Estados Unidos ha vivido en solo siete días el intento de asesinato a Donald Trump y la renuncia de Joe Biden a la candidatura presidencial. Era ayer cuando el presidente estadounidense lo comunicaba por carta, dejando un escenario tremendamente difícil para los demócratas y abriendo la posibilidad, en este escenario complejo, a que la candidata que le suceda sea una mujer negra, algo que no había pasado nunca. Kamala Harris ya recaba apoyos contra reloj para afianzar su posición tras abogar por “ganarse” la nominación presidencial.
Todo empezó hace 24 días. La actuación del presidente Joe Biden en el debate contra Donald Trump, –en el que apareció con la voz ronca, cansado y con dificultad para concluir algunas frases–, terminó de desatar todas las alarmas. Desde entonces, cada vez más líderes demócratas pedían la renuncia de su candidatura, algo que finalmente se ha producido, cediendo así a la presión.
Tras su decisión, pasaba el testigo en las elecciones a su vicepresidenta, Kamala Harris. Ahora, no obstante, la clave está en ver si consigue el respaldo de su partido.
El presidente de EEUU pasó de no querer retirarse durante semanas a escribir ayer por la tarde su carta de renuncia. La situación cambió el sábado por la noche, cuando se reunió con dos de sus asesores de toda la vida y, con las encuestas delante, Biden empezó a cambiar de opinión, tal como informa en el vídeo Dori Toribio.
El domingo por la mañana, junto a su familia, tomó la decisión y escribió esa carta que sorprendió a gran parte de su equipo.
Entre tanto, el presidente sigue en Delaware, recuperándose del covid, si bien se espera que en las próximas horas regrese a Washington para lanzar un mensaje a la nación.
“Creo que lo mejor para mí partido y para el país es que me retire". Con esa frase Biden ponía fin en su carta a lo que han sido 24 días agónicos tras su difícil cara a cara con Donald Trump.
Sus titubeos alarmaron a los dirigentes del partido demócrata. Los mismos que –pese a los claros signos de deterioro físico y mental mostrados por el presidente en los últimos tiempos– lo habían respaldado en las primarias para la reelección.
Joe Biden se aferró a que el debate fue solo una mala noche. “Cuando te derriban, te levantas", dijo, pero como anfitrión de la Cumbre de la OTAN presentó al presidente ucraniano Zelenski llamándole Putin, y la situación no hacía sino incrementar la presión. También confundió a su vicepresidenta, Kamala Harris, con Trump.
Prácticamente todos sus compañeros y amigos, incluido Obama, le hicieron saber que no tenía ninguna posibilidad de ganar las elecciones de noviembre.
Contagiado de covid, la última vez que lo vimos tardó medio minuto en subirse al coche que le llevaba a su residencia de Delaware, desde la que presentó su renuncia.
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