La turista estadounidense que murió el pasado lunes en Bahamas, tras ser atacada por un tiburón de gran tamaño, ha podido ser identificada en las últimas horas. Se trata de Lauren Erickson Van Wart, una mujer de 44 años a quien el escualo sorprendió cuando practicaba paddle surf junto a un familiar, que sí pudo sobrevivir. La víctima era originaria de Massachusetts y se había casado recientemente. Trabajaba como editora de Matemáticas en el centro de aprendizaje de Curriculum Associates.
Así lo recogen medios como 'Fox News'. El equipo de Curriculum Associates se ha mostrado profundamente consternado por lo sucedido con Lauren. "Estamos desconsolados y afligidos por la pérdida de una persona que queríamos, en la que confiábamos y que era nuestra amiga", ha señalado Rob Waldron, director ejecutivo de la compañía, que ha agregado que la mujer "infundió su profunda dedicación a los estudiantes y educadores", siempre ayudando a conseguir un propósito más elevado y mejorar los resultados para todos. La empresa está de luto por la tragendia y extiende su "profundo amor y cariño al maravilloso esposo de Lauren y a toda su familia".
Lauren fue atacada por el tiburón en la mañana del lunes, cuando practicaba paddle surf cerca de la playa Cable, en Nueva Providencia, concretamente en el área próxima al complejo turístico Sandals Royal Bahamian Resort. La mujer fue sorprendida y mordida por el escualo, mientras que su familiar pudo salvarse. Un socorrista acudió hasta ellos en un bote de rescate y les pudo sacar del agua. El varón fue atendido y su estado no revestía peligro, pero Lauren, a pesar de las maniobras de reanimación cardiopulmonar, acabó falleciendo. Había sufrido lesiones devastadoras en el lado derecho del cuerpo. Al parecer, la mujer calificaba este viaje de "ensueño", pero todo se truncó en una verdadera tragedia.
Los expertos afirman que los ataques de tiburones fatales son "raros". La probabilidad de morir por el ataque de un tiburón sería de menos de una entre cuatro millones, según el archivo internacional. Pero hay datos que preocupan: hace dos semanas, una turista alemana de 47 años también fue sorprendida por un escualo durante una excursión de buceo en West End, en la isla de Gran Bahama.
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