En Gaza, las últimas horas han vuelto a ser dramáticas. Los ataques continúan, tanto por parte de Israel como por parte de Hamás, y la respuesta de Israel se extiende cada vez más y aumenta su contundencia.
Las imágenes que llegan del lugar son desoladoras, como las de Saeed, que tiene que ver el cuerpo de su hermano pequeño fallecido por los ataques. Él mismo lo ha sacado entre los escombros de su vivienda, arrasada por un bombardeo en el que también quedaron sepultadas su madre y su abuela.
Cuando llega el momento del último adiós al benjamín de la familia, Saeed se resiste. Quiere que esperen a su madre, pero la despedida es inmediata y el chaval y otro hermano afrontan el trago más largo y amargo de su vida.
La escena tiene lugar en Ciudad de Gaza, pero las matanzas de menores se suceden en buena parte de los objetivos bombardeos por Israel en la franja desde el fin de la tregua. Los ataques de las últimas horas han dejado decenas de civiles muertos y heridos. Solo en un hospital del centro de Gaza hoy han recibido 30 cadáveres.
A pesar de ello el ministro israelí Netanyahu insiste en que seguirá la ofensiva hasta lograr los objetivos. Entre ellos, el fin de Hamás. Como justificación, su ejército exhibe unas imágenes insistiendo en que los terroristas se camuflan en túneles bajo mezquitas, guarderías o parques infantiles.