Italia continúa conmocionada por el asesinato de Giulia Cecchettin, una joven de 22 años, presuntamente a manos de su novio. La semana pasada se producía el arresto de su pareja, Filippo Turetta, quien se encontraba prófugo desde el 11 de noviembre. Cecchettin tenía que recoger su título en la Universidad de Padua pero su novio le exigió que no lo hiciera. Tras negarse a sus exigencias, la secuestró y acabó con su vida. Su cuerpo fue encontrado en una zanja cerca del lago Barcis, en la provincia de Pordenone (Venecia).
El 11 de noviembre, Filippo Turetta fue visto por última vez golpeando a Giulia Cecchettin, mientras ella intentaba huir, a través de unas cámaras de seguridad. Tras recibir 20 puñaladas en distintas partes del cuerpo, su novio escondió el cadáver y huyó a Alemania, donde fue capturado y extraditado de nuevo a Italia. El asesinato de Giulia es el último de los 107 crímenes de violencia de género que sufre el país.
Giulia Cecchettin le comentó a su hermana que estaba cansada de la relación y que, incluso, había pensado en ponerle fin. Pero tenía miedo. El móvil del asesinato machista ha dejado perplejo a todo el país que no ha dudado en manifestarse en las calles: ella iba a graduarse antes que él. Filippo Turetta sufría porque iba a graduarse uno o dos años después de ella y le pidió que no acudiese a la ceremonia. Al rechazar su petición, la secuestró, huyó con ella y acabó con su vida. Según ‘Clarins’, la principal hipótesis es que Filippo mató a su novia esa misma noche y después escondió el cuerpo.
A partir de ahí, las búsquedas policiales aumentaron hasta que se conoció la noticia de que había sido arrestado en Alemania, donde confesó que había matado a su novia. El joven de 21 años se había quedado sin dinero y sin gasolina y le aseguró a las autoridades que no fue capaz de acabar con su propia vida. Giorgia Meloni, la primera ministra, ha asegurado que adoptarán más medidas contra la violencia de género.
Universidades, colegios y escuelas rindieron homenaje a Giulia con un minuto de silencio. El caso ha causado tanta consternación en el país que tan solo en el fin de semana se realizaron un centenar de manifestaciones para denunciar los crímenes machistas. Así, también realizaron un minuto de ruido para mostrar su repulsa por el aumento de los feminicidios que están sacudiendo Italia y en diferentes partes del mundo.
El Papa Francisco se pronunció ante el creciente número de protestas y afirmó que se necesitaba "combatir la violencia contra las mujeres” a través de la Educación y así poner “en el centro a la persona y su dignidad”.
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