Un avión que cubría una ruta, entre el aeropuerto JKF de Nueva York y el de Lieja, en Bélgica, se vio obligado a dar la vuelta para realizar un aterrizaje de emergencia tras observar que un caballo se escapó de su establo en la bodega. Los hechos ocurrieron el nueve de noviembre en un vuelo de carga operado por Air Atlanta Islandic, cuando la aeronave alcanzó los 31.000 pies de altura.
“No tenemos ningún problema para seguir volando”, dijo uno de los pilotos. Según la CNN, al no poder garantizar la seguridad del animal, decidieron que el avión diese la vuelta y no completase su trayecto. El caballo acabó herido por el incidente y fue sacrificado después.
El avión Boeing 747, que viajaba hacia Lieja, un centro relevante en cuanto a la importación y exportación de caballos en Europa, transportaba a 15 caballos. John Cucicelli, responsable de exportación de animales del aeropuerto JFK, explicó que la aeronave sufrió un episodio de turbulencias, lo que provocó que el animal se asustase e intentase salir del establo. El caballo salió hasta la mitad de la barrera y quedó colgado, lo que provocó que sus patas delanteras quedasen a un lado de la barrera y las traseras, atrapadas en el interior.
El piloto, que comunicó la situación al Control de Tráfico Aéreo, pidió que un veterinario acudiese a la zona debido a la delicada situación en la que se encontraba el animal. “Tenemos un caballo en dificultades”, aseguró el piloto. Según el historial de vuelos de FlightRadar24.com, el avión pudo despegar de nuevo con unas tres horas de retraso.
Tan solo en octubre de 2023, hubo dos casos de animales que se escaparon en pleno vuelo. El primero, una nutria y una rata que causaron tensión tras escapar de un equipaje de mano en un vuelo de VietJet, desde Bangkok. El segundo, uno ocurrido en un avión que viajaba a Dubai desde Bagdad. Ahí, un cachorro de oso se soltó de su jaula en un vuelo donde había pasajeros a bordo.
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