Mientras Israel se prepara para invadir por vía terrestre de la Franja de Gaza, tiene que valorar el destino de los más de 200 rehenes que Hamás tiene en su poder. Estos rehenes fueron capturados durante el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, y desde entonces han sido trasladados a diferentes lugares bajo tierra y en la superficie.
Israel ha admitido que la búsqueda de los rehenes retrasó su decisión de entrar en Gaza, a pesar de que han rechazado tajantemente la liberación de dos rehenes israelíes por parte de Hamás al considerarlo una estrategia de "propaganda".
Los responsables de mantener a los rehenes son los miembros de la llamada ‘Unidad Sombra’ ('Shadow Unit'), una fuerza especial de Hamás liderada por Mohamed Deif, el jefe de las Brigadas de Ezzeldin al-Qassam, el brazo armado del grupo. Esta unidad se creó en 2016 con el objetivo de negociar el intercambio de prisioneros palestinos por israelíes. Sus integrantes visten de negro y se cubren la cara, incluso cuando aparecen en público.
La ‘Unidad Sombra’ no participa en las operaciones militares ni en los secuestros; su única función es custodiar a los rehenes en celdas subterráneas y refugios seguros. Su acción más destacada fue esconder al soldado israelí Guilad Schlait durante cinco años, hasta que fue liberado en 2011 a cambio de mil prisioneros palestinos. En un video, aseguraron que tratan a los cautivos con dignidad y respeto según el Islam y se burlaron de los intentos fallidos del Mossad por rescatar a Schlait.
La ‘Unidad Sombra’ también tiene en su poder a Avira Mengitsu y Hisham Al Sayed, dos israelíes que llevan ocho años secuestrados. Sin embargo, ahora se enfrentan a una situación sin precedentes, ya que los bombardeos israelíes no cesan y muchos de sus escondites pueden haber sido dañados.
“Si tuvieron problemas para cuidar a un hombre, no estoy seguro de que tengan la capacidad para cuidar a todos los rehenes”, dijo Joe Truzman, colaborador del Long War Journal de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), a Fox News. “No estoy muy seguro de si Hamás sabía o entendía completamente cuántos rehenes podían secuestrar. Creo que, probablemente, no esperaban tantos”, añadió Truzman. La situación se complica aún más porque otros grupos terroristas locales también pueden haber tomado rehenes por su cuenta, lo que dificulta las negociaciones y los intentos de rescate.