Israel ya prepara el terreno para la anunciada invasión terrestre, a la espera de que Netanyahu dé la orden para comenzar la ofensiva. Una ofensiva en la que los tanques serán piezas fundamentales. Cabe recordar que Israel, una potencia con uno de los ejércitos más modernos del mundo, se enfrenta a un territorio que sufre de graves problemas de desabastecimiento y pobreza y que, en realidad, no tiene ni Ejército de tierra, ni Aviación ni Marina.
El ejército israelí tiene en su poder los icónicos tanques Merkava, los cuales llevan 50 años perfeccionando. Son blindados de fabricación propia, salvo por algunas piezas de fabricación estadounidense, alemana y belga, con los que Israel quiere terminar de destruir los objetivos que "no hayan sido eliminados con los ataques aéreos", según asegura Omar Dostri, experto en seguridad nacional del Instituto de Jerusalén para Estrategia y Seguridad.
Estos carros de combate tienen cámaras sofisticadas, inteligencia artificial y hasta un sistema que sirve de escudo contra posibles misiles.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), Israel posee unos 2.000 tanques, pero tan solo la quinta parte son los Merkava IV. Pesan 60 toneladas y se utilizaron en 1973 y 1982, en las guerra del Yom Kipur y la del Líbano. El ejército afirma que estos vehículos “obligarían a cualquier otro tanque a arrodillarse”. Dostri destaca que el sistema de protección de estos tanques "es particularmente beneficioso en escenarios de combate urbano".
Gian Gentile, coronel estadounidense retirado, declara que “son sencillos de conducir. Con dos semanas de entrenamiento, cualquier militar podría hacerlo”.
Las Fuerzas de Seguridad Palestinas no disponen de armas pesadas ni equipamiento militar avanzado como tanques.