El grupo de batalla ruso Dnepr ha destruido armas de fabricación occidental de Ucrania en el área de Jérson utilizando munición de alta precisión para infligir el mayor daño posible a vehículos blindados y tropas enemigas, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
"Las unidades de artillería rusas continúan cumpliendo su misión de combate en la operación militar especial, atacando las posiciones de artillería de las fuerzas armadas ucranianas, aniquilando las defensas, suprimiendo los puntos de mando y la potencia de fuego del enemigo. Las tripulaciones Msta-B del grupo de batalla Dnepr destruyeron armas y equipos de fabricación occidental del ejército ucraniano mediante fuego de contrabatería en la zona de Jersón", explica el comunicado.
El Ministerio de Defensa ha añadido que "las fuerzas rusas estaban utilizando municiones de alta precisión para causar el mayor daño posible a los vehículos blindados y a las tropas del enemigo. Los operadores de drones monitorean el trabajo de los equipos de obuses, ajustan el fuego e informan en tiempo real de los resultados de los ataques a quienes están en las posiciones de disparo".
Las autoridades de Rusia han acusado a Ucrania de atacar por segundo día consecutivo el cuartel de la flota rusa en el mar Negro un día después de que varios misiles impactaran en la zona.
Una batería de misiles ha sido interceptada cerca de un muelle, según han informado las autoridades de Sebastopol, en la península de Crimea. Así, han alertado de la caída de algunos fragmentos de estos misiles en las inmediaciones.
Además, se han registrado varias explosiones cerca de Inkerman, donde Rusia cuenta con un depósito de petróleo para su flota. La situación es similar a la del viernes, si bien se desconoce el verdadero alcance de estos ataques.
Si bien el Ejército ruso ha confirmado que uno de sus militares sigue desaparecido a raíz del ataque del viernes, las autoridades ucranianas han afirmado que al menos nueve de ellos han muerto y otros 16 han resultado heridos a causa del ataque.
Las Fuerzas Armadas ucranianas han reconocido que mantendrán su ofensiva sobre la península de Crimea, un territorio que aspiran a recuperar y que desde el año 2014 se encuentra bajo dominio de Rusia.