La solidaridad de los ciudadanos marroquíes es lo único que les queda a los afectados por el terremoto que asoló el centro y sus de Marruecos el pasado viernes. Los habitantes de las zonas más dañadas comienza a recibir los camiones cargados de enseres de primera necesidad, así como agua y víveres que parten de las principales ciudades del país gracias a la ayuda de cientos de miles de compatriotas que quieren colaborar dentro de sus posibilidades a todos que ahora se han quedado sin casa o un techo bajo el que cobijarse.
Antonio Lasso, enviado especial de Informativos Telecinco ha estado en la localidad de Amizmiz, una de las más afectadas por el seísmo. Allí ha podido comprobar como las autoridades y los supervivientes se organizan para repartir entre las familias la ayuda que llega en camiones desde el norte del país.
Se trata de grandes convoyes con toneladas de solidaridad entre la que destacan alimentos de primera necesidad, ropa, mantas y, sobre todo, agua embotellada.
Mientras tanto el sufriento del pueblo va en aumento como el número de víctimas mortales, los dirigentes del país siguen aceptando con cuentagotas la solidaridad internacional. Francia está a la espera de que el rey, Mohamed V, dé el visto bueno a a la oferta de ayuda de Francia y, en las últimas horas, Marruecos ha desdeñado la ofertada de ayuda lanzada por su histórico enemigo en el Magreb: Argelia.