El terremoto de magnitud 6,8 que este viernes azotó el centro de Marruecos ha sido uno de los más intensos registrados en el esta zona tan próxima a España. Ambos países se ubican al norte y al sur del encuentro entre las placas, la euroasiática y la africana que provoca un desplazamiento de choque a razón de un milímetro al año. El temblor se ha sentido también en varias provincias del sur peninsular, despertando el interés de la opinión pública por estos fenómenos, que ocurren más a menudo de lo que uno puede imaginarse, aunque, la mayoría de las veces, con escasas consecuencias.
Anualmente se registran en la Península Ibérica entre 1.200 y 1.400 terremotos, según Protección Civil, que destaca que si bien España no representa "un área de ocurrencia" de grandes seísmos, sí tiene una actividad sísmica "relevante" con sismos de magnitudes inferiores.
A simple vista, el mapa sísmico de España muestra lugares como Murcia, Alicante, Granada, la parte occidental de los Pirineos o Canarias que son más proclives que en otros a sufrir terremotos de la intensidad similar a la de Marruecos. Hay que recordar que el 25 de enero de 2016, Melilla sufrió un importante terremoto de magnitud 6,3 con epicentro en la bahía de Alborán que se saldó con numerosos daños en inmuebles y una treintena de heridos.A
A diferencia de lo que ocurre en el norte de África, la estructura de fallas y placas que hay en subsuelo de España alejan la posibilidad de que se registren terremos con magnitudes ta altas como la sufrida al sur de Marrakesh. Según Luis Cabañas sismólogo del Instituto Geográfico Nacional, la determinación que que experimentemos un templor similar exite, aunque la probabilidad es muy baja por esa conformación geológica de nuestro subsuelo.
De hecho, según los cálculos del IGN, la probabilidad de que esto ocurra es de una cada 7.000 o 10.000 años y solo en las zonas señaladas de murcia, granada y Málaga.
También, el catedrático en Estructuras Salvador Ivorra, de la Universidad de Alicante (UA), recuerda que en esas zonas de mayor actividad sísmica en Españaes es menos probable que se den magnitudes como las registrados en los grandes terremotos de Turquía, Siria y, ahora, Marruecos.
José Delgado, director de la Unidad de Riesgos Sísmicos especializada en detectar y estudiar estos seísmos, en la que trabaja Salvador Ivorra, responde con un ambivalente "sí y no" a la posibilidad de que en España suframos un terremoto de magnitud siete.
Este experto recuerda que si bien la península “tiene cerca un límite de placas y hay fallas que se están moviendo y están produciendo terremotos”, por lo que por esa parte sí que puede haber terremotos, estas fallas no tienen ni el tamaño de las de Turquía, ni la velocidad de las mismas llega a las del país asiático, por lo que estos seísmos “no deberían ser del tamaño del que han vivido” allí.
Preguntado por si el hecho de que haya pequeños terremotos a lo largo de las semanas en el sur de la península es positivo para que no haya uno mayor, el director de la Unidad de Riesgos Sísmicos de la UA explica que no, si bien estos seísmos, que como mucho alcanzan una magnitud de 3,5, “permiten conocer dónde están las fallas, cuándo se están moviendo y cómo lo hacen”.
“Pero tener la esperanza de decir que -estos movimientos son- como un recipiente que tiene una pequeña fuguita y que esa fuga hace que nunca se vaya a llegar a colmatar, no”, resalta.
Así, el director de esta unidad en la que colaboran la Generalitat y la Diputación de Alicante señala que “un terremoto de magnitud 5 libera aproximadamente la misma energía que 32 terremotos de magnitud 4”, por lo que los pequeños terremotos no permiten evitar uno mucho mayor.