Un tribunal de Arabia Saudí ha condenado a muerte a un profesor jubilado por escribir comentarios críticos en redes contra el Gobierno. La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha reclamado a las autoridades que revoquen el veredicto. Al Ghamdi, de 54 años, fue detenido el 11 de junio de 2022 frente a su vivienda situada en la ciudad de La Meca. No pudo ver ni a su familia ni a un abogado durante los cuatro meses que estuvo en aislamiento.
El profesor jubilado tiene dos cuentas que suman diez seguidores y menos de mil mensajes que, en su mayoría, son retuits de personas críticas con las autoridades. El hermano del condenado, Said bin Naser al Ghamdi, es un conocido erudito islámico y crítico con el Gobierno que reside en el exilio en Reino Unido. Según la ONG, en los últimos años se han incrementado las acciones contra los familiares de los exiliados para presionarlos con volver al país.
Así lo ha explicado Human Rights Watch en Twitter:
"La represión en Arabia Saudí ha llegado a una aterradora nueva fase en la que un tribunal puede dictar la pena de muerte por unos tuits pacíficos", ha advertido Joey Shea, investigador de HRW para Arabia Saudí. "Las autoridades saudíes han incrementado su campaña contra todas las críticas a unos niveles abrumadores y deben rechazar esta farsa judicial", ha subrayado. La sentencia de Al Ghadmi fue dictada el 10 de julio por el Tribunal Penal Especializado, encargado de los asuntos relacionados con la lucha del terrorismo por sus tuits, retuits y publicaciones en YouTube sobre el Gobierno.
HRW ha desvelado que el profesor jubilado sufre problemas de salud mental y que se le han agravado desde su arresto porque las autoridades se niegan a darle la medicación. “Están recurriendo ahora a las críticas 'on line' no sólo con juicios injustos, sino con la amenaza de la pena capital. Es difícil considerar significativas las promesas de la cúpula saudí sobre convertirse en una sociedad que respete más los derechos cuando un simple 'tuit' crítico puede derivar en una sentencia a muerte".
Una vez detenido, fue trasladado a la prisión de Al Dhahban, en Yedá, donde estuvo en aislamiento durante cuatro meses sin poder contactar con su familia y un abogado. Después, le llevaron a la cárcel de Al Hair, en Riad, donde fue interrogado por sus publicaciones en las redes sociales y opiniones políticas. Estuvo casi un año sin representación legal y solo obtuvo permiso para hablar con un abogado poco antes de las sesiones.
Según la ONG, Al Ghamdi fue sentenciado con el artículo 30 de la Ley Antiterrorista por "describir al rey o al príncipe heredero de una forma que socava la religión o la justicia", el artículo 34 por "apoyo a una ideología terrorista", el artículo 43 por "comunicación con una entidad terrorista" y el artículo 44 por publicar noticias falsas "con la intención de ejecutar un crimen terrorista".
Al Ghamdi no es el único en esta situación. Los tribunales saudíes han condenado a varias personas por escribir opiniones críticas contra el Gobierno en redes. Así fue el caso de la estudiante de doctorado Salma al Shebab, quien ha pasado de una pena de seis años a otra de 34 en agosto de 2022. La pena fue reducida a 27 tras el proceso de apelación. También sentenciaron a Nura bin Said al Qahtani a 45 años de cárcel por "usar Internet para dañar la fábrica social" en el mismo mes.
El 12 de marzo de 2022, las autoridades ejecutaron a 81 hombres condenados a muerte en lo que se consideró la mayor ejecución en masa de los últimos años. Varios activistas denunciaron que 41 de esas personas pertenecían a la minoría chií, quienes ya han denunciado la discriminación sistemática por parte del Gobierno.