Estados Unidos acumula ya son 470 tiroteos masivos en lo que llevamos de año. El último, en Jacksonville, Florida, con una clara motivación racista, ha dejado cuatro fallecidos entre ellos el atacante. Entre las víctimas un joven trabajador de 19 años o un padre de familia de 29.
Jerrald Gallion tenía 29 años y una hija, Je Asia, de cuatro con quien había planeado pasar el día. Este hombre, de raza negra, como todas las demás victimas, entraba en el supermercado, donde se produjo el tiroteo, con su novia.
Gallion recibió un disparo mortal. Su hermana Lattiffany ha señalado en declaraciones recogidas por San Diego Union Tribune, que “no debía haber muerto”. Era “un día normal de ir a la tienda, y nos lo arrebatan para siempre”.
Su familia le recuerda como un hombre con sentido del humor y una ética del trabajo intachable. Era gerente de un restaurante.
Angela Michelle Carr, de 52 años, es otra de las tres víctimas mortales. Ella recibió un disparo cuando estaba dentro de su coche.
El tercer asesinado es Anolt Joseph ‘AJ’ Laguerra, un empleado de la tienda donde se produjo el tiroteo de 19 años. AJ fue asesinado cuando trataba de escapar.
El atacante, Ryal Palmeter, un supremacista blanco de 21 años, se suicidó en el mismo supermercado donde perpetró el tiroteo. Compró las armas de forma ilegal, después de no superar un examen mental.
En lo que va de año en Estados Unidos ha habido 470 tiroteos masivos según Gun Violence Archive, tres de ellos este fin de semana.