Una mujer de Carolina del Norte, Estados Unidos, ha sido acusada de fingir su propio asesinato y de falsificar informes anónimos sobre su desaparición a la Policía a través de un amigo. En los documentos se determinaba que, supuestamente, había sido asesinada y que sufría lesiones graves. Todavía no han trascendido los motivos que la llevaron a inventarse su propia muerte.
Margaret Frances Elizabeth Sweeney -conocida como Maggie-, de 37 años, desapareció el viernes 18 de agosto. Los agentes del Departamento de Policía de Franklin comenzaron una investigación dada las informaciones que sugerían que estaba en peligro o muerta. Pero fue encontrada al día siguiente en una ciudad cercana. Ahora ha sido acusada de generar un informe falso para la Policía, otro documento de su muerte o lesiones graves que compartió mediante el teléfono y obstruir a la justicia.
El sargento Randy Dula continuó con la investigación y determinó que Elizabeth Sweeney hizo supuestamente los informes anónimos sobre su asesinato. “Las acciones de Sweeney causaron a nuestro departamento muchas horas de trabajo que podrían haberse dedicado a otros asuntos”, determinó el agente. “La familia, los amigos y la comunidad en su conjunto también estaban muy preocupados por ella”, añadió.
Ahora se enfrenta a cargos similares a los que sufrió Carlee Russell, de 25 años, que fingió su rapto y que podría enfrentarse a dos años de cárcel y a 11.000 euros de multa. Ella afirmó que, durante 49 horas, estuvo secuestrada. Tras hacerse viral su historia, admitió habérsela inventado. Al final, salió de la cárcel después de pagar una fianza de casi 1.900 euros. La noticia ha dejado sorprendido a los familiares y amigos de la zona.