El Departamento de Policía de Pasadena ha aportado más detalles sobre el crimen de María González, una niña migrante guatemalteca de 11 años que fue violada y asesinada el 12 de agosto en su casa. Las autoridades buscan a Juan Carlos García-Rodríguez, un joven de 18 años, para interrogarle sobre el caso. Ofrecen una recompensa de 5000 dólares a quien ofrezca información que conduzca al arresto del autor de este atroz crimen.
En un comunicado de prensa difundido a través de su cuenta de Facebook, el Departamento de Policía de Pasadena ha pedido la colaboración ciudadana para dar con el paradero de Juan Carlos García-Rodríguez, del que no saben nada desde el lunes 14 de agosto, cuando fue interrogado.
Se trata de una persona de "interés" para la investigación, que residía en el mismo complejo de apartamentos en el que fue hallado el cadáver de la menor y que podría haber recibido ayuda para escapar.
Entre otras pruebas recogidas en la escena del crimen y que ahora analizan, la Policía subraya la existencia de una llave, que no abre ninguna de las puertas de la vivienda y que condujo, precisamente, a este joven de 18 años. Para dar con su paradero, han difundido una imagen en las redes sociales.
El cadáver de María González, que migró a Estados Unidos con su padre, Carmelo González, fue hallado por este mismo el pasado sábado 12 de agosto en el apartamento en el que vivían desde hacía tres meses.
En una rueda de prensa previa a este comunicado, Josh Bruegger, jefe del Departamento de Policía de Pasadena, explicó que el padre de María había salido por la mañana a trabajar, dejando a la niña sola en el apartamento. 15 minutos después de salir, el hombre recibió en su teléfono un mensaje de su hija avisándole de que alguien estaba llamando a la puerta de casa.
"Yo le respondo: ‘Pues no le abras, porque yo apenas estoy llegando’. Y me dijo: ‘Está bien. Yo estoy en mi cama", comentó Carmelo González a los medios de comunicación. No volvió a saber nada más de ella.
El padre dijo a unos familiares lo ocurrido para que comprobasen que la niña estuviese bien, pero cuando acudieron a la vivienda, esta no respondió. Entonces, Carmelo González salió del trabajo y fue a su casa. Allí, según los nuevos datos aportados por la Policía, González encontró el cuerpo de su hija envuelto en una bolsa de plástico, que estaba dentro de un cesto de ropa escondido debajo de la cama en su dormitorio.
La autopsia ha revelado que María fue estrangulada y agredida sexualmente. En los análisis forenses se ha podido detectar que la pequeña sufrió un traumatismo contundente en la cabeza y el cuello.
Mientras tanto, continúan los análisis de las pruebas recogidas y, aunque no se ha realizado ninguna detención, cotejan las pruebas de ADN para comprobar si hay coincidencias con Juan Carlos García-Rodríguez.