Los heridos por un ataque con misiles contra un edificio de viviendas en la ciudad ucraniana de Pokrovsk, en Donetsk, ha aumentado a 88, mientras que al menos 7 personas han muerto, cinco de ellos civiles.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, ha precisado en su perfil de Telegram que entre los heridos hay 39 civiles, entre los que se encuentran dos niños, así como 31 policías, siete miembros del Servicio Estatal de Emergencias y cuatro militares.
Por otro lado, de las siete víctimas mortales, cinco eran civiles, una era un rescatista y otro un militar, si bien el balance podría aumentar, ya que las labores de búsqueda y la retirada de escombros continúan, según ha recogido la agencia de noticias Ukrinform.
El ataque ruso contra varios edificios residenciales de cinco plantas, también ha afectado a un hotel y a restaurantes, comercios y edificios administrativos cercanos, que han resultado dañados. Las autoridades han abierto una investigación por un presunto crimen de guerra por parte de Rusia.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que brinda apoyo a las autoridades, informó previamente que un segundo misil cayó cuando ya había un primer equipo de emergencia en la zona. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció en la tarde del lunes el ataque.
"Tenemos que detener el terror ruso. Todos los que luchan por la libertad de Ucrania salvan vidas. Todas las personas del mundo que ayuden a Ucrania derrotarán a los terroristas junto a nosotros. Rusia será responsable de todo lo que ha hecho en esta terrible guerra", resaltó Zelenski en la red social X, conocida anteriormente como Twitter.
Las Fuerzas Armadas ucranianas informaron en la víspera de decenas de ataques sobre sus posiciones, incluidos más de una treintena de bombardeos aéreos, y denunciaron los efectos de esta ofensiva sobre la población civil, en un informe publicado a última hora del día.