El jurado del condado de Clermont ha condenado a Jacob Bumpass, de 35 años, por el caso de la desaparición de la joven Paige Johnson, de 17 años, que residía en Kentucky (Estados Unidos). Tras deliberar el veredicto durante más de nueve horas, se declaró culpable al acusado de dos cargos: abusar del cadáver y manipular pruebas. Los restos de Johnson fueron encontrados una década después por una excursionista en el Parque Estatal East Fork, a unas 20 millas de Cincinnati, lugar donde la policía estuvo buscando a la víctima desde su desaparición en septiembre de 2010. Nunca se determinó la causa de su muerte.
La defensa del acusado ha declarado que apelará el veredicto y pedirá que se repita el juicio. Louis Sirkin, su abogado, sugirió que el cuerpo de la joven se colocó en East Fork Lake en algún momento después de su desaparición. Señaló que, si sus restos hubieran estado allí todo el tiempo, los trabajadores de la granja cercana o las personas que utilizaron el área, como vertedero ilegal, lo habrían visto. Ahora los restos de Johnson serán devueltos sus familiares tras estar bajo custodia como evidencia durante el juicio, así lo informa el medio CBS.
Las autoridades interrogaron a Jacob Johnson, un amigo de la víctima, por ser la última persona que la había visto con vida. Los fiscales, Zach Zipperer y Clay Tharp, pidieron pruebas de ADN y registros telefónicos que lo sitúan a poco más de una milla de donde se encontró el cuerpo. Después se le sitúa cerca del puente Combs-Hehl, zona que conduce al norte de Kentucky.
“Ha sido una espera larga, y [no tener sus restos] ha sido muy duro. Como dije, la alegría y la felicidad, de poder traerla finalmente a casa y darle lo que se merece, después de haber tenido que esperar todo este tiempo, es un sentimiento que realmente no puedo describir. Pero es como si pudiera llevar a mi bebé a casa y darle la dignidad que se merece", explicó Donna Johnson, su madre. "Siempre querré saber qué pasó. No creo que él nos lo diga nunca. Esta tristeza se quedará conmigo para siempre", añadió.
Según el testimonio del juicio, la familia de Page la vio por última vez el 22 de septiembre de 2010, cuando ella le preguntó a su madre si podía ir a la casa de su hermana en Covington. Pero nunca llegó. A partir de ahí, los familiares y amigos de la víctima organizaron vigilias públicas, pidieron colaboración ciudadana a través de redes sociales.
Además se realizaron búsquedas por la zona. Hasta que, en marzo de 2020, un ciudadano de Williamsburg, llamado Jason Kendle, encontró el cráneo de Paige mientras caminaba por el bosque. Según Cincinnati, la policía y los voluntarios de Texas EquuSearch realizaron búsquedas adicionales en esa zona y encontraron más restos de la joven. Un caso que ha conmocionado a Estados Unidos.