Los investigadores, sobre Émile, el niño desaparecido en Francia: “Ya no estamos buscando un ser vivo”

Continúa en Francia la búsqueda desesperada del pequeño Émile, el niño de dos años que desapareció el pasado 8 de julio en la localidad de Vernet cuando se encontraba bajo la vigilancia de sus abuelos. Desde entonces, nada se ha vuelto a saber de él, y tras 20 días de búsqueda algunos se resignan ya a asumir que la operación para localizarlo ha pasado a una siguiente fase en la que las posibilidades de encontrarlo con vida son ya muy escasas.

Así lo cree François Daoust, exdirector del Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería Nacional, quien señala que los medios que se están empleando ahora, –tras la reanudación de la búsqueda esta semana después de se abriese una investigación judicial–, están ya dirigidos esencialmente a la localización de restos humanos.

Concretamente, además de drones que sobrevuelan varios sectores de la localidad, ya se ha recurrido a perros especializados específicamente en la búsqueda de restos humanos y cadáveres, algo muy significativo, pese a que todos en Vernet, sumidos en la conmoción, quieren aferrarse a un hilo de esperanza.

Para Daoust, no obstante, la investigación ha entrado en esa “nueva fase” en la que el objetivo “ya no está en la búsqueda del niño vivo”, como lo era en un primer momento.

“Los investigadores esperan encontrar al menos un pequeño cuerpo o restos de un cuerpo", sostiene en declaraciones a RTL, en las que afirma que los nuevos medios puestos en marcha para encontrarle, si bien “no son útiles al principio”, en esa primera fase, sí “lo serán en una segunda, ya que no estamos buscando un ser vivo”.

Buscan al pequeño Émile en un área de cinco kilómetros en Vernet

Hablando con dureza, pero desde su ciencia, Daoust lamenta la situación, que ha dejado a la familia devastada. En estos momentos, ha precisado, la investigación se extiende en un área de cinco kilómetros alrededor de la casa de los abuelos del niño. Fundamentalmente porque creen que esa es la “zona de paseo” en un terreno tan complejo y accidentado, para un niño de tan solo dos años. “Más allá es solo hipotético. Cinco kilómetros en una zona montañosa es un área muy amplia. Es el equivalente a una escena del crimen de varias decenas de hectáreas", subraya.

A su juicio, la única hipótesis de encontrar a Émile vivo y con un final feliz es que todo se trate de un secuestro de tipo extorsivo, donde mantengan al pequeño con vida; una hipótesis que reconoce como “diminuta” e improbable.

Mientras, no obstante, todo sigue abierto, con muchas personas cuestionándose qué ha pasado: algunos señalan que pudo ser arrollado por una cosechadora mientras estaba en la hierba alta, –algo que se investiga–, y otros también han llegado a plantear la posibilidad de un secuestro por parte de un “gran depredador”.