Las autoridades francesas continúan investigando la desaparición de Émile, el pequeño de dos años cuyo rastro se perdió el pasado sábado 15 de julio en la aldea de Haut-Vernet. El caso está teniendo repercusión internacional, por lo que durante el fin de semana la localidad ha estado cerrada a los visitantes para evitar "morbosos". Además, las autoridades han advertido de estafas en el nombre de la familia del pequeño.
El fiscal que sigue el caso, Rémy Avon, alertó de que se han creado en internet varias iniciativas de recogida de fondos que no tienen nada que ver con la familia del pequeño.
Por ello, las autoridades han emprendido una investigación por presunto delito de estafa.
La aldea en la que desapareció el menor, de 25 habitantes y situada en las montañas del sureste, no ha recuperado la calma tras la desaparición y la llegada de curiosos "no aporta nada", por lo que para evitar "este trasiego de gente" ha cerrado sus accesos durante el fin de semana.
Hasta la fecha, los investigadores han recibido 1.500 llamadas desde la desaparición de Émile. Todas están siendo investigadas por los agentes de policía. El fiscal de Digne-les-Bains mantiene abiertas "todas las hipótesis".
-El pequeño Émile desapareció cuando estaba pasando unos días de vacaciones con sus abuelos en Vernet. Mientras estos estaban cargando el coche, el niño jugaba en el jardín de la casa, donde le vieron por última vez. Un importante operativo oficial, ya suspendido, no logró encontrarle.