El Titan, el submarino desaparecido en el fondo del océano Atlántico con cinco personas a bordo, es técnicamente un sumergible, capaz de bajar a 4.000 metros. Este viaje era el tercero de 2023. Tiene oxígeno para 96 horas, a contar desde que se perdió la comunicación el domingo. Un submarino parte y regresa a puerto por sus propios medios. Un sumergible, como el Titan, necesita un buque que los lance y recupere del fondo del mar. La empresa OceanGate, propietaria del sumergible desaparecido en el fondo del Atlántico con cinco personas que iban a ver de cerca el Titanic, había contratado para este viaje al barco Polar Prince. Los expertos más pesimistas no descartan que Titán esté atrapado en el Titanic.
El promotor de las inmersiones invitaba a Informativos Telecinco hace unos meses a entrar en el Titán. Lo primero que vimos, un único retrete, con vistas a las profundidades marinas. Y un reducido espacio para el piloto y los cuatro pasajeros. Con tres pantallas y un mando para dirigir el sumergible muy similar al utilizado en los videojuegos.
Imágenes de las anteriores expediciones nos permiten hacernos una idea de cómo era el descenso normal hasta los restos del Titanic. Esta vez se enfrentan a la hipotermia y -según pasan las horas- a la falta de oxígeno. La primera dificultad es localizar el sumergible, de seis metros y medio de longitud. La segunda, recuperarlo. Ya se vivió una angustiosa experiencia vivida en el año 2000, cuando un aparato similar se atascó en uno de los propulsores del Titanic. En aquella ocasión, logró volver a la superficie.
OceanGate asegura en su página web que mediante el uso innovador de materiales modernos, el Titan es más ligero y más rentable de movilizar que cualquier otro sumergible de inmersión profunda. Habla en concreto del sistema Real Time Hull Health Monitoring (RTM), que "proporciona una función de seguridad incomparable que evalúa la integridad del casco en cada inmersión".
Este mecanismo incorpora un sistema integrado de monitoreo en tiempo real sobre la "salud" del sumergible. Gracias a sensores acústicos y medidores de tensión, el RTM analiza los efectos del cambio de presión en la embarcación a medida que la nave se sumerge en las profundidades del mar.
En teoría, este sistema de monitoreo proporciona detección de alerta temprana para el piloto con tiempo suficiente para detener el descenso y regresar a la superficie de manera segura.
OceanGate ofrece soluciones sumergibles tripuladas para la industria, la investigación y la exploración. Es decir, que además, de los viajes turísticos, el Titan se usa para investigaciones y recopilaciones de datos, producción de películas y pruebas de hardware y software en aguas profundas, según la BBC.
El Titán, el sumergible desaparecido, tiene hasta 96 horas de oxígeno y capacidad para bajar hasta 4.000 metros de profundidad a una velocidad máxima de 3 nudos, es decir, 5,5 kilómetros por hora. Se le ha perdido la pista a uno 3.800 metros tras hora y media bajo el agua.
El Titan está hecho de fibra de carbono y titanio, pesa 10,5 toneladas y tiene 6,4 metros de eslora por 280 cm y 250 cm. Solo caben cinco personas. Esta vez iba completo.
Para facilitar las comunicaciones con la nave nodriza en esta inmersión, el Polar Prince, se había contratado el sistema Starlink de Elon Musk, que proporcionaba internet y las comunicaciones a bordo. Unas comunicaciones que se perdieron el domingo.