Las autoridades de Los Ángeles (Estados Unidos) están tratando de detener la propagación de la xilacina, una droga carnívora que se está apoderando de la ciudad. La tendencia de esta denominada 'droga zombie' es alarmante. Numerosas personas afirman desde las redes que en el mismo centro de la ciudad se pueden ver personas con los brazos muy deteriorados, con la carne podrida, mientras caminan encorvados.
La xilacina -xylazine en inglés- es un sedante que usan los veterinarios cuando tratan a vacas y caballos, pero también se usa como droga callejera cuando se mezcla con otras sustancias, principalmente el fentanilo, el opioide sintético letalmente potente que ya mata a decenas de miles de estadounidenses cada año. Los funcionarios de Los Ángeles, no obstante, dicen que el problema es todavía mayor, ya que esta droga es, técnicamente, una sustancia legal.
Los agentes están ahora monitoreando el creciente uso de esta sustancia: "Cuando se combina con opioides como el fentanilo, como suele ser el caso, la xilacina aumenta el efecto potencialmente mortal de la depresión respiratoria (disminución o interrupción de la respiración) causada por los opioides, lo que aumenta el riesgo de sobredosis y muerte", han afirmado los funcionarios, según recoge 'Daily Mail'.
Bill Bodner, agente especial de la Administración de Control de Drogas, ha afirmado, en declaraciones a 'KTLA': "Es realmente horrible, está desfigurando a la gente". Desde la División de Campo de la DEA, una de sus portavoces, Nicole Nishida, ha confirmado que se ha observado en numerosos casos a la "xilacina como un aditivo dentro de las píldoras falsas de fentanilo". Si bien las cifras son relativamente bajas en esta comunidad. en comparación con otras partes de EEUU, la presencia de esta sustancia ahora "se está volviendo más frecuente y la tendencia es preocupante”.
El seguimiento de la droga que se está llevando a cabo permitirá a las autoridades tener una idea de cuán grave es el problema y las mejores prácticas para combatir el problema. Las enfermeras han descrito las heridas causadas por la xilacina en algunos pacientes como si algo estuviera "comiendo su carne de adentro hacia afuera". Se esperan novedades sobre las medidas a emplear en la ciudad y los alrededores.