El príncipe Archie, hijo de los duques de Sussex Harry y Meghan, disfrutó este sábado de una fiesta por su cuarto cumpleaños en la mansión en la que viven en Montecito, California, justo el día en el que su abuelo, Carlos III, era coronado rey.
El príncipe Harry acudió a la coronación y nada más terminó acudió de inmediato a la fiesta de cumpleaños del pequeño Archie, que cumplía cuatro años. El hijo de Carlos III siempre tuvo claro que no podía faltar a la celebración del cumpleaños de su hijo.
La celebración se llevó a cabo en la mansión de la pareja, una casa valorada en 11 millones de libras, ubicada en Montecito, California. A la celebración acudieron numerosos amigos de la pareja, incluidos algunos rostros conocidos.
Medios locales señalan que la pareja decidió hacer una celebración de cumpleaños privada y en casa para evitar salir a celebrar el cumpleaños en un día tan importante para la corona británica, y así evitar cualquier tipo de polémica que pudiera surgir, según recoge Daily Mail.