Carlos ha decidido que, en su coronación, con tres días de festejos, y cerca de 2.000 invitados, habrá espacio para las distintas realidades religiosas, para lo que ha optado por una ceremonia netamente ecuménica, que también contará con un regalo especial, del mismísimo Papa Francisco: dos trozos de la cruz de Cristo, que ya jalonan el cetro que presidirá la procesión.
Según un funcionario del Vaticano, se trata de un “gesto ecuménico”, lo que quiere decir que el regalo no solo reconoce al nuevo rey, sino que también aboga por la unidad entre las diferentes iglesias cristianas. Los trozos en cuestión son sumamente pequeños (uno mide 1 centímetro y el otro, 5 milímetros) y hasta hace poco se encontraban en la sala Lipsanoteca de los Museos Vaticanos.
El próximo sábado 6 de mayo, cuando se lleve a cabo el acto principal de la coronación, podrán ser vistos en la abadía de Westminster. Los pequeños trozos de madera se encuentran juntos en forma de cruz y fueron engarzados en un crucifijo de plata detrás de una pieza de cristal rosa.
Líderes budistas, hindúes, judíos, musulmanes y sijs participarán en varios aspectos de la coronación, tal y como ha confirmado el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, según religióndigital.org.
La ceremonia también contará con la presencia, por primera vez, de obispos mujeres, así como himnos y oraciones cantadas en galés, gaélico escocés e irlandés, además del inglés. También tendrá lugar preeminente el arzobispo católico de Westminster, Vincent Nichols, quien pronunciará una oración.
Basado en el tema “Llamados a servir”, el servicio de coronación comenzará con uno de los miembros más jóvenes de la congregación, un miembro del coro de la Capilla Real, saludando al rey. Carlos responderá diciendo: “En Su nombre y siguiendo Su ejemplo, no vengo a ser servido sino a servir”. Una pantalla cubrirá a Charles en este momento, y la unción no será visible en la televisión ni para la mayoría de las personas en la abadía, a excepción de algunos miembros importantes del clero.
Como viene siendo tradicional, el nuevo monarca recibirá objetos sagrados, como el orbe y el cetro, que simbolizan el poder y las responsabilidades del nuevo rey. Como novedad, los miembros de la Cámara de los Lores de las tradiciones hindú, judía, musulmana y sikh le obsequiarán al rey objetos sin un simbolismo cristiano explícito. Luego, el nuevo rey será coronado y el estribillo “God Save the King” resonará en la Abadía.