El caso de Diana Peña, la madre mexicana de 33 años que fue localizada el domingo tras estar una semana desaparecida, sigue siendo todo un misterio que despierta gran preocupación en el país azteca. Su rastro se perdió el 24 de abril en Coyoacán, en CDMX, cuando se dirigía a una entrevista de trabajo. La mujer no acudió a esta cita ni tampoco fue a buscar a su hija a la salida del colegio. Días después, efectivos del Ejército de México la encontraron desorientada en una zona alejada y boscosa del estado de Morelos. No recordaba nada. El temor es que no es la primera chica que aparece en condiciones similares las últimas semanas.
Las autoridades encontraron en una situación parecida a una menor y a otra mujer adulta, a la cual localizaron desnuda. Ambas estaban desorientadas y no se descarta que también bajo los efectos de alguna sustancia, como en el caso de Diana. México es un país que registra una cifra muy alta de desaparecidos a nivel mundial. Las autoridades pudieron dar con la madre gracias también a la lucha de sus familiares, que cortaron incluso el Anillo Periférico de CDMX con protestas y pancartas.
Las alarmas en el caso de Diana Peña saltaron el 24 de abril. La mujer no acudió ni a la entrevista que tenía programada ni a buscar a su hija al colegio. Las autoridades encontraron su coche en medio de la carretera con las ventanillas abiertas.
Se abrieron diligencias y se inició la investigación. Los familiares comenzaron a publicar imágenes en redes sociales y a difundir su rostro por todo el país. Miles de personas se volcaron con ellos y compartieron el cartel de búsqueda.
Se llevaron a cabo manifestaciones y protestas que, finalmente, dieron sus frutos el 30 de abril. Efectivos del Ejército encontraron a Diana en la colonia de Santa María Ahuacatitlan, Cuernavaca, en el estado de Morelos. Estaba en una zona apartada y boscosa (a unas dos horas en coche del lugar que desapareció).
Los soldados comprobaron que estaba desorientada, deshidratada y probablemente bajo el efecto de una sustancia, por lo que procedieron a su traslado hospitalario para que fuera atendida. Así, la joven pudo reencontrarse con su familia.
Las autoridades estatales no descartan ninguna hipótesis, incluido un caso de secuestro, robo o abusos. Y es que, tras localizar el turismo de Diana, su entorno se percató de que le desapareció del interior del vehículo tanto el teléfono móvil como el ordenador.
Lo último que ella recuerda es que se le acercó una persona cuando iba por la autopista debido a que se le había pinchado una rueda. Se sigue investigando para esclarecer lo ocurrido. Hasta ahora no se ha producido ningún arresto en relación al caso.