Un avión militar ruso ha dejado caer, por un fallo técnico, una bomba en la ciudad rusa de Bélgorod, a 40 kilómetros al norte de la frontera con Ucrania. El impacto sobre el asfalto, de madrugada, ha dejado un enorme cráter y varios edificios afectados. Según las autoridades, solo hay tres heridos.
La bomba cayó en medio del tráfico nocturno de Bélgorod. Segundos después, con los coches pasando por el lugar, estallaba el artefacto. La onda expansiva reventaba el asfalto y un vehículo aparcado volaba por los aires. Iba a aterrizar en el tejado de una tienda. Esta mañana, una grúa recuperaba el automóvil.
La explosión también causaba graves daños en las viviendas cercanas. "Ha sido un estruendo inesperado. Me ha lanzado hacia arriba", señalaba una mujer. Las autoridades solo han reportado tres heridos. El pasado octubre, 15 personas morían al estrellarse otro caza contra un edificio en Yeisk, también cerca de la frontera con Ucrania.
El Kremlin no ha tenido más remedio y ha hablado sobre las imágenes de la bomba, ya que han sido las imágenes virales del día también en Rusia. El Gobierno de Vladímir Putin ha evitado decir que ha caído una bomba rusa en una ciudad rusa. Por cierto, en una localidad que ha sido especialmente castigada en el pasado por la artillería de Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso se ha referido este viernes al incidente como un "descenso anormal de municiones" desde el bombardero supersónico que estaba sobrevolando en ese momento la localidad de Bélgorod.