Nuevo caso de abuso policial en Estados Unidos. La víctima es un joven de 17 años que había robado un coche y dormía dentro de él. Un agente, desde el interior del vehículo, le disparó por la espalda hasta tres veces. La cámara subjetiva del cuerpo policial lo grabó todo. El chico murió a causa de las heridas.
Con sumo sigilo, los patrulleros de la policía de Washington abrieron la puerta del coche robado. En su interior dormía el supuesto ladrón, identificado como Dalaneo Martin. Tras un minuto de comprobaciones, uno de los agentes decidió entrar en el vehículo.
"¡Policía, no te muevas!", gritó el agente. Intentó agarrar al sospechoso, pero este se zafó y arrancó. Desde el asiento de atrás, el policía le apuntó con su pistola y le ordenó que detuviese el automóvil: "¡Para o disparo!". Sin embargo, ante la negativa, efectuó varios disparos.
Tras los disparos, el vehículo se estrelló contra una vivienda. Los propios agentes intentaron reanimar a Dalaneo Martin, pero acaban certificando su muerte. La policía de la capital estadounidense ha defendido la actuación de sus hombres. El caso, sin embargo, ha despertado indignación entre gran parte de la población.