Una intervención policial en el centro de la polémica en Utah, Estados Unidos tras la muerte de Chase Allan, de 25 años, que se negó a mostrar su carné de conducir y a salir del coche. Todo comenzó con una rutina de control de tráfico y terminó de la peor manera.
Las imágenes de la cámara corporal de los agentes del Departamento policial de Utah, publicadas el miércoles muestran a cinco oficiales disparando repetidamente al interior de un coche en el que se contraba Chase Allan. Los agentes pidieron al joven su documentación que este se negó varias veces para después darla a regañadientes y cuando le pidieron salir del coche tampoco obedeció, según han publicado los medios locales.
Los policías abrieron la puerta por la fuerza y descubrieron que el hombre iba armado. Así que ante el grito de "¡Arma!" varias veces, comenzaron a disparar al unísono sobre Allan. La familia del joven fallecido calificó el incidente de "asesinato brutal" en el período previo a la publicación de las imágenes.
El tiroteo ocurrió el 1 de marzo se produjo después de que Chase Allan, de 25 años. El jefe de policía de Farmington, Eric Johnsen, informó a los medios durante una conferencia de prensa este miércoles que los agentes abrieron fuego después de que Allan se agachara para alcanzar lo que temían que pudiera ser una funda o un arma.
Johnsen, sin embargo, reconoció que las imágenes no son claras sobre esta dato, ni sobre el comportamiento del joven, segundos antes del tiroteo, porque la vista de las cámaras corporales de la funda de la cadera de Allan está obstruida por la puerta del automóvil y un oficial que se inclina para agarrarlo mientras otro grita que hay un arma.
Los oficiales disparan muchas veces contra el vehículo donde se encuentra Allan antes de que un oficial a gritos pide que dejen de disparar.