En los últimos años, las cirugías estéticas están a la orden del día. Son muchos y muchas los que optan por pasar por quirófano para realizarse cambios físicos y renovar su imagen.
Sin embargo, no siempre estas operaciones salen del todo bien y, como en toda intervención quirúrgica, se pueden producir complicaciones que pueden llevar hasta la muerte al paciente. Uno de los últimos casos conocidos de un paciente que ha muerto tras someterse a un retoque estético ha ocurrido en Venezuela.
Fue el pasado domingo 26 de febrero cuando una mujer llamada Ana Rosa Mavarez se sometió a una liposucción en un centro de belleza situado en la ciudad venezolana de Cumaná.
En concreto, la mujer se sometió a un lipoláser que es una técnica para reducir la grasa abdominal a través de una leve incisión. Como beneficios respecto a una liposucción tradicional, en el lipoláser destacan la mayor retracción de la piel, es decir, impide la flacidez de la piel, tersándola, y disminuye las inflamaciones.
Por lo que el láser derrite la grasa para posteriormente eliminarla del cuerpo.
En un principio y según el diagnostico de su cirujano, la intervención salió bien y Ana Rosa Mavarez despertó de la anestesia sin ningún tipo de compilación.
Sin embargo, según fueron pasando las horas fue presentando fuertes dolores y complicaciones para respirar. Al ver la situación de la mujer, los familiares pidieron a los responsables de la clínica estética que trasladasen a Ana Rosa hasta un centro hospitalario adecuado para atender a su hija.
Los doctores de la joven se negaron a pedir una ambulancia para dicho traslado y mantuvieron a la paciente ingresada en sus instalaciones.
Viendo que la situación de Ana Rosa Mavarez empeoraba al presentar más dolores y más problemas de saturación de oxígeno, el equipo médico decidió intubar a la mujer para trasladarla a las pocas horas a otro centro médico.
Fue en este segundo hospital donde los médicos tan solo pudieron certificar la muerte de Ana Rosa Mavarez.
Ahora, su familia ha concedido varias entrevistas a los medios de comunicación venezolanos en la que piden justicia por el muerte de la mujer que ha fallecido y ha dejado huérfanos a dos hijos de 8 y 11 años.
El lipoláser se ha convertido en la intervención quirúrgica menos dolorosa y que requiere menor tiempo tanto de intervención en el quirófano como de recuperación. Únicamente requiere una leve incisión para introducir la cánula de pequeño grosor similar al de una aguja, una incisión que después de la intervención es casi imperceptible.
El lipoláser forma parte del 40% de las cirugías estéticas mínimamente invasivas que no requieren hospitalización y para su intervención, a diferencia de la liposucción tradicional, se utiliza anestesia local, permitiendo al paciente estar consciente e incluso conversar con el doctor de forma simultánea.
En concreto, este tratamiento evidencia que la tecnología láser está cada vez más presente en numerosos tratamientos estéticos. En el caso de la liposucción ha supuesto un avance considerable, debido a que la cánula que se utiliza para extraer la grasa contiene una fibra y un sensor de temperatura, calor y movimiento que permiten intervenir con una mayor precisión que con la liposucción tradicional.