Un jurado popular ha declarado culpable de un delito de homicidio y de dos tentativas de homicidio de dos menores a Francisco P., a quien se conoce como Paquito. El joven mató de una puñalada en el pecho a Ricardo, un menor de 14 años, e hirió de gravedad a dos de sus amigos en Getafe (Madrid) el 4 de septiembre de 2020 . No obstante, el tribunal aprecia la atenuante de alteración psíquica por el trastorno de hiperactividad que tiene diagnosticado.
Tras la deliberación, el tribunal de jurado ha emitido el martes su veredicto en el juicio por la muerte de Ricardo, el chico que falleció de un navajazo en un banco cuando se encontraba con sus amigos. En su declaración, el acusado alegó que actuó en defensa propia para evitar los golpes que supuestamente le estaba propinando la víctima y sus amigos, a quienes acusó de pertenecer a bandas latinas.
La fiscal solicitó para el procesado 37 años de cárcel por un delito de homicidio consumado y otros dos como tentativa. Dos amigos de Ricardo resultaron gravemente heridos. De no ser atendidos por el Samur, el desenlace hubiera sido peor.
Los padres del joven iniciaron cuando se produjo el crimen una campaña de recogida de firmas para que los asesinos de su hijo cumplan las penas íntegras y exigir que este tipo de crímenes sean calificados de asesinato para que conlleve una pena superior.
A Francisco P., a quien se conoce como Paquito, le acompañaban en el momento de los hechos dos menores que portaban navajas y que agredieron a las víctimas. En su caso, un juez de menores les condenó a dos años de libertad semivigilada.
Según la Fiscalía, entre las 18 y las 19 horas del pasado 4 de septiembre de 2020, el acusado transitaba por un calle de Getafe en compañía de dos menores de edad cuando se originó una pelea con un grupo de chicos, todos ellos menores de 16 años de edad, "comenzando a golpearse mutuamente, propinándose indistintamente patadas y puñetazos los unos a los otros".
En ese preciso instante F. J. C. P. asestó a los tres chicos varias puñaladas con la navaja que portaba en su riñonera. Las víctimas consiguieron zafarse de su agresor.
Una de ellas se desplomó a unos 36 metros del lugar de los hechos donde falleció, "irremediablemente por shock hipovolémico hemorrágico causado por la sección parcial de la arteria iliaca externa izquierda", a la altura del número 14 de la calle Ferrocarril.
A su vez, el acusado causó graves heridas a A. A. B. y a O. R. D. que, tal y como recoge el escrito de acusación, habrían fallecido "de no haber mediado una inmediata atención médica".
El acusado, que se encuentra se encuentra en situación de prisión provisional desde el 9 de septiembre de 2020, tiene diagnosticado un trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad lo que conlleva "una baja tolerancia a la frustración y un deficiente control de impulsos que le conduce a la ejecución de comportamientos en cortocircuito sin que exista una previa reflexión que le limitaba levemente sus capacidades volitivas".