La invasión rusa de Ucrania cumple un año en uno de los momentos de mayor incertidumbre en el conflicto. El Kremlin ha amenazado a Occidente al "congelar" los tratados de armas nucleares para tener vía libre y poder defenderse de esta forma en cualquier momento, pero las tropas de Volodímir Zelenski siguen plantando cara a los soldados de Vladímir Putin y esperan más ayuda desde Europa para seguir resistiendo. La munición escasea en ambos bandos, pero la guerra no parece tener un fin cercano.
Según los informes, la contienda ha dejado ya más de 180.000 soldados muertos o heridos en el bando ruso y a unos 100.000 en el bando ucraniano, además de 30.000 civiles fallecidos. Se han vivido situaciones de todo tipo: ataques a edificios, ciudadanos sangrando por las calles y gritando, aeropuertos en llamas, plantas nucleares en peligro, familias abandonando su hogar por miedo, secuestros de niños en medio del drama... un sinfín de horrores. Un año después de que la guerra a gran escala regresara a Europa por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, José Ángel López, profesor de derecho Internacional y relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, analiza el escenario actual, así como el recorrido del conflicto.
El docente, todo un experto en este campo, asegura que la guerra es un tema muy difícil de analizar: "Llevo más de 35 años trabajando sobre el mundo ruso, eslavo y balcánico. Cuanto más tiempo llevas con ello, en lugar de más certezas tienes más dudas. Es todo muy complejo. Lo que está sucediendo ahora (la invasión) ya ha sido el pelotazo final de Vladímir Putin con Ucrania, pero lo que lleva sucediendo en el espacio postsoviético los últimos años es verdaderamente complicado. No sabemos dónde está su límite".
Entrevista a José Ángel López, experto en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales
Pregunta: ¿Quién va ganando la guerra de Ucrania?
Respuesta: "El escenario ha sido muy cambiante y los pronósticos son muy difíciles de hacer. Se están diciendo muchas cosas sin sentido, como si fuera un partido de fútbol. En el mes de septiembre, muchos supuestos expertos decían que, antes de Navidad, Ucrania iba a recuperar toda la integridad territorial del país, incluido Crimea, y ya hemos visto que la situación no es así. La guerra no la gana nadie, todos la están perdiendo en cierto modo".
"Ucrania tiene parte de su integridad territorial perdida: tiene parte del sur, del Donbás y Crimea fuera de su control (en torno al 15%). El objetivo de Rusia es hacerse con buena parte del país, pero está teniendo problemas que no esperaba. Vladímir Putin dijo que sería cuestión de semanas que Ucrania cayera y se ha visto que ha sucedido lo contrario. Es una guerra de desgaste, pero esto incluso les beneficia: el Kremlin es un maestro en la congelación de conflictos".
"El de Ucrania se puede convertir en medio-largo plazo en un conflicto congelado del antiguo espacio soviético. Es algo que ha ocurrido en cierto modo en Albania, Nagorno Karabaj, Abjasia o Transnistria. Son territorios que siguen bajo el poder de Rusia, aunque aparentemente no lo parezca. El Kremlin establece en estas naciones 'gobiernos títeres' y así tiene todas las administraciones bajo su control. Podemos sumar a Bielorrusia, que ha ayudado a Aleksandr Lukashenko a mantenerse en el poder, o a Kazajistán, donde en enero del año pasado tropas rusas salieron a defender el régimen de Kasim-Yomart Tokaev porque hubo revueltas sociales por el gas natural y el petróleo".
Pregunta: ¿Se puede alcanzar algún acuerdo y acabar con la guerra?
Respuesta: "Ahora mismo, una solución política o diplomática está muy lejos. Más bien, creo que dentro de este conflicto de desgaste lo que están intentando ambos países es conseguir mejores bazas para poder negociar algún tipo de solución en el futuro. Ahora mismo están en posiciones diplomáticas antagónicas. Ucrania no quiere negociar nada porque cree que le han usurpado y extirpado territorios desde 2014 y Rusia quiere recuperarlos. Kiev solo se sentará en la mesa de negociación cuando, desde sus apoyos occidentales, les digan que hay que cortar las ayudas".
"Como decía, Rusia cuenta con el Kremlin, que es un maestro en estos 30 años a la hora de negociar un acuerdo. Hacen que parezca que se está intentando conseguir un acuerdo, pero luego dan una patada al balón hacia adelante y congelan así las controversias y los conflictos. Están los casos de Transnistria o Georgia, así como muchos otros. Hay infinidad de acuerdos que se han alcanzado y que al final no se han aplicado. El Kremlin marea la perdiz desde el punto de vista diplomático. Tienen un manual para remover todo, que todo siga igual y que vaya pasando el tiempo en los conflictos. Son expertos y lo estamos viendo".
Pregunta: ¿Estamos más cerca de la Tercera Guerra Mundial?
Respuesta: "Rusia ha marcado un perfil agresivo con esta congelación del Tratado New START para recordar a Occidente que son una potencia nuclear. Pero a Vladímir Putin, violar un tratado más o un tratado menos, le da igual. Las fuerzas nucleares tienen el objetivo de disuadir. No creo que afrontemos una Tercera Guerra Mundial. Se ha visto que los efectos de la fuerza nuclear tienen camino de ida, pero no de vuelta, para nadie. El mandatario ruso de momento lanza órdagos".
"Eso sí, en una situación límite, se me hace cuesta arriba pensar que Vladímir Putin no es capaz de todo con tal de no inmolarse, es decir, de perder lo que ya ha conseguido desde 2014, a lo que hay que sumar el coste económico y social que ha supuesto la guerra de Ucrania en solo un año. Pero no creo que Occidente sobrepase líneas rojas, más allá del suministro de tanques, armas y la aplicación de sanciones a Rusia. Los estados de la OTAN no van a pasar de ayudar a un país agredido a entrar en un conflicto de forma directa. No quiero pensar en otro escenario que no sea este".
Pregunta: ¿Corre peligro el liderazgo de Vladímir Putin? ¿Qué nos espera tras él?
Respuesta: "La sociedad civil rusa está sojuzgada. Las personas que tratan de protestar, o son detenidos o se encuentran en el exilio. Es una población maniatada por un estado autocrático. La capacidad de manifestarse es un acto heroico. Además, muchos creen que la solución a todo esto es la desaparición de Vladímir Putin. Y no es así. Hay halcones alrededor del Kremlin igual que de la Casa Blanca. Puede venir alguien con peores intenciones".
"La invasión de Ucrania no fue un calentón. Vladímir Putin la diseñó aprovechando el período de la pandemia de coronavirus. El Gobierno ruso realizó reformas constitucionales y estableció la ley para perpetuarse en el poder hasta 2036. Desde ese momento, el mandatario ya dijo 'a mí que no me hablen de derechos, porque los derechos de Rusia están por encima de los derechos internacionales'. No obstante, ha cometido muchos errores de bulto".
Pregunta: ¿Cuáles han sido los errores de Vladímir Putin en la guerra de Ucrania?
Respuesta: "Uno de los errores que ha cometido Putin es subestimar la capacidad de resistencia de Ucrania. Pensó que Volodímir Zelenski iba a acogerse a la opción que le ofrecía EEUU de irse al exilio y formar allí Gobierno. Creía que Kiev no iba a resistir, no esperaba la reacción que han tenido EEUU, la UE, Reino Unido o Canadá, entre otros, que se han coordinado de forma conjunta para ayudar económica y militarmente al país, además de aplicar hasta 10 paquetes de sanciones, el último la semana pasada".
"Otro de los errores de Putin ha sido el argumentario surrealista que esgrimió antes de la agresión, como el tema de la 'desnazificación' e imponer a Ucrania si podía o no, violando el derecho internacional, adherirse a la OTAN. De momento, con esto, ha conseguido que Ucrania no entre en la OTAN, pero ha provocado que dos estados neutralizados como Suecia y Finlandia sí lo hayan hecho. El líder del Kremlin ha dado sentido a la existencia de la Alianza Atlántica. Además, ha pretendido diluir la historia de Ucrania bajo el mundo ruso, asegurando que el país no tiene sentido, que es un error de la política soviética. Sin embargo, el efecto ha sido contrario, el presidente ruso ha reforzado la identidad ucraniana, la población se siente diferente al mundo ruso".
Pregunta: En cuanto a Volodímir Zelenski, ¿Qué valoración hace de su gestión?
Respuesta: "No hay que ser tajantes en cuanto a si un mandatario es fantástico o no. Lo que es inequívoco es que Volodímir Zelenski ha manifestado tener un liderazgo sólido y una personalidad muy resiliente. Porque en condiciones normales, si fuera de un liderazgo débil, como el que parecía tener -al subestimarle por venir del cine y ver que para él la política era ajena-, se notaría. Pero no es así".
"Hay que verse en esa situación y él tuvo valor. Lo más fácil hubiera sido, al inicio de la invasión, aceptar la oferta de EEUU de salir y formar Gobierno en el exilio. Y él se quiso quedar al pie del cañón. Su liderazgo me ha sorprendido, realmente. No optó por la solución más fácil cuando, además, proviene de una familia más orientada al mundo ruso que al ucraniano. Zelenski de niño se manejaba mejor en ruso y, sin embargo, defiende a capa y espada la identidad y la integridad territorial de Ucrania. Los juicios políticos, más allá del conflicto, los marcará la historia".
Pregunta: ¿Qué ocurre con el secuestro de niños en plena guerra?
Respuesta: "Se está violando el Tratado de Ginebra porque los niños están siendo separados de sus familias en Ucrania y no hay registros de su paradero. Hay una web del Gobierno ucraniano en la que recoge hasta 15.000 niños ucranianos desaparecidos. Solo se han repatriado a alrededor de 30. Es muy fuerte la situación. Hay informes que hablan de la existencia de más de 40 campos de niños secuestrados en Rusia. Estos informes (Asociación de Periodistas de Europa y la Universidad de Yale de EEUU) aportan las ubicaciones de los campos con un 'maping'. Hay un diseño previo a la invasión con una responsable de este asunto, María Lvova-Belova, una persona que, literalmente, colecciona niños. Tiene una relación estrecha con Vladímir Putin. Sus gestiones están en convivencia con el Kremlin".
"La Corte Penal Internacional registró el pasado octubre dos demandas que señalaban un genocidio cometido por Rusia en el Donbás, es decir, que las tropas han secuestrado a niños y los han llevado a la fuerza a su territorio para internarles en centros de reeducación donde se elimina el lazo que tienen con Ucrania. Les hace perder su lengua materna, así como todas las costumbres. No creo que salgan adelante las demandas, pero lo que está claro es que esto es un crimen de guerra. Muchos casos de los que hablan los denunciantes son niños a los que han sacado de orfanatos o que han sido separados de sus familias para ser adoptados por otras en Rusia".
Pregunta: ¿Están funcionando las sanciones a Rusia? ¿Y Ucrania cómo evoluciona?
Respuesta: "Las sanciones todavía no han hecho mella en Rusia. A medio-largo plazo no se sabe, pero creo que sí tendrán efecto desde el punto de vista tecnológico. Porque les afectará el no poder acceder a determinadas infraestructuras tecnológicas en cuanto al tema de diseños, soportes, y no solo de industria militar, sino en general. Desde el punto de vista económico o energético, de momento aguantan. Respecto al suministro de gas natural, tenían acuerdos ya con China o India, lo que suministraba antes de la invasión lo ha conmutado con estos países. En cuanto al petróleo, sí que puede tener problemas ahora, porque no está encontrando potenciales receptores, al menos, para alcanzar el 100% de lo que suministraba hasta ahora".
"Ucrania sí ha visto su economía muy afectada: el PIB ha caído un 22% en el 2022. El Kremlin les ha hecho mucho daño al atacar estructuras energéticas, plantas nucleares y pilares básicos. Rusia, por su parte, hizo una previsión de cara a embarcarse en una operación militar de estas dimensiones. Se benefició de la subida notable, en los años previos a la pandemia, del petróleo y el gas natural hasta el punto de que, dos meses antes de la agresión a Ucrania, había ingresado el doble de lo que había previsto en el crecimiento del PIB como consecuencia de los precios energéticos (alrededor de un billón de dólares adicionales). Esto le permitió afrontar todo. Pero es un colchón temporal, la desconexión de la red internacional se notará. De momento tienen margen de maniobra, lo que es un incentivo más para congelar el conflicto, que sería una fórmula para alcanzar los objetivos con el menor coste".
Pregunta: ¿Quién está siendo el gran beneficiado de la guerra?
Respuesta: "Lo he comentado bastantes veces. Si hay algún beneficiado en esta crisis es Estados Unidos, desde el punto de vista político, económico y energético. Algunos estados como España le están comprando gas licuado, que es más caro que lo que importaba hasta ahora nuestro país".
"A esto hay que sumarle su liderazgo en la OTAN, una organización que se estaba muriendo de aburrimiento. La Alianza Atlántica no tenía hasta ahora sentido tras la disolución de la URSS, pero Vladímir Putin les ha dado motivos para su existencia, insisto".
Pregunta: ¿Cuál es el papel de la UE? ¿Se invertirá más en defensa?
Respuesta: "La UE en este escenario es un enano político. Después de la Segunda Guerra Mundial se difundieron planes de hacer un Ejército europeo, de tener mayor protección material... Pero lo cierto es que han pasado 70 años y estamos igual que al inicio. Y es que sería ideal contar con tropas europeas ajenas a la OTAN. Los estados tendrían la competencia, no habría integración, solo coordinación. Es como con los tanques, cada uno envía los que le da la gana. En materia exterior no hemos avanzado".
"El papel de la UE no tiene relevancia ahora mismo. Podemos recordar el caso de Josep Borrell, que ahora dice que hay que vaciar arsenales para enviar armas a Ucrania. Él realizó una visita a Serguéi Lavrov a principios de 2021 y le ningunearon totalmente. Le trataron como a un trapo, fue una cosa increíble. Esta es la sensación que tiene la diplomacia rusa de la europea. No obstante, estamos condenados a entendernos con ellos. El conflicto acabará, pero habrá que retomar los hilos de comunicación con numerosos estados implicados. Al final Ucrania está siendo un actor interpuesto en una contienda que va más allá: ya puede mirarse por EEUU-Rusia, como por Occidente-Rusia".
Pregunta: ¿Qué opina de la relación de Rusia y China?
Respuesta: "Rusia tiene intereses con China fuera de los espacios más próximos entre ellos, como algunos estados de África, Asia o Sudamérica. Se está gestando una especie de comunidad de estados autocráticos que van a formar un sistema nacional diferente al vigente hasta hace no mucho tiempo. Son formaciones de alianzas, no exactamente formaciones militares que confronten a la OTAN, pero sí entidades globales que tomen decisiones".
"En Naciones Unidas, China y Rusia tienen voz en el Consejo de Seguridad y se apoyan mutuamente en cuanto a sus intereses comunes. Ofrecen veto y restricciones el uno al otro dependiendo lo que les convenga. Y eso va a seguir funcionando así. En lugar del institucionalismo global que se diseñó con Naciones Unidas, van a formar parte de unos sistemas regionales que van a liderar ellos junto a otras potencias, como India y Pakistán (todas potencias nacionales y nucleares). Son revisionistas del ordenamiento jurídico internacional".
"A Vladímir Putin le hemos escuchado estos días, que para ellos no cuenta el orden internacional liberal, no les atañe. Dice que Occidente está podrido. Para él solo están los valores propios y la ideología del eurasianismo que cada vez extienden más en sistemas regionales. Buscan alianzas entre autócratas, entre gobiernos totalitarios o semitotalitarios, y contactar con otras naciones como Irán o Turquía".