Una semana después de los terremotos de Siria y Turquía, la cifra de muertos sigue creciendo. Se acercan ya a los 36.000 fallecidos. Para evitar que el número siga en aumento, los equipos de rescate trabajan sin descanso para rescatar a los supervivientes que aún resisten bajo los escombros. Esta labor está viéndose acelerada por los equipos de rescate internacionales, como la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM), que el pasado domingo rescató con vida a una mujer de 50 años que llevaba atrapada bajo los escombros de un edificio de Turquía durante seis largos días. Un rescate que ellos mismos han calificado como "milagro".
Después de este largo tiempo tras la tragedia, la esperanza de encontrar supervivientes con vida entre los escombros es casi mínima, pero aún así los servicios de emergencia no tiran la toalla. El pasado domingo, bajo los escombros, la unidad ERICAM luchaba contrarreloj para rescatar a la mujer de 50 años que, como tantos otros, han luchando hasta el último aliento por sobrevivir bajo toneladas de piedras. Los trabajos de los equipos de rescate deben ser minuciosos, lo que requiere de tiempo y paciencia. Unas variables de las que no pueden disfrutar las víctimas.
La mujer estuvo sobreviviendo durante más de 144 horas. Las tres últimas medicada con una vía mientras el equipo de rescate conseguía liberarle de su prisión de escombros. Finalmente, tras un complicado rescate, consiguieron sacarla. Mientras los allí presentes lloraban de alegría y aplaudían a la unidad, la mujer fue traslada de urgencias a un hospital, donde se encuentra estable y con un pronóstico favorable.
La Comunidad de Madrid activó a ERICAM tras el seísmo que partió hacia Turquía la tarde del lunes con un grupo de 40 efectivos formado por Bomberos de la Comunidad de Madrid, del SUMMA 112 y de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros, a fin de colaborar en las labores de rescate.
Ahora, muchos rescatadores han vuelto a sus hogares tras una intensa semana trabajando en los rescates de las ciudades devastadas de Turquía. A su llegada al aeropuerto, eran recibidos por una pequeña comitiva que les entregaba flores en señal de eterno agradecimiento tras apoyar las labores de rescate del pueblo turco.