El tiempo se agota en Turquía y Siria para las probabilidades de supervivencia de aquellos que continúan atrapados y sepultados entre los escombros del devastador terremoto que provocó la catástrofe en ambos países. Con la cifra de muertos elevándose ya más allá de los 15.000, los equipos de rescate presentes en las zonas afectadas trabajan contra reloj en condiciones extremas, tal como explica a Informativos Telecinco el presidente de la ONG ‘Intervención, Ayuda y Emergencias’ (IAE), Moisés Belloch, quien forma parte de los efectivos españoles desplazados al territorio para ayudar en la búsqueda de supervivientes.
Su equipo, destinado en Adiyaman, ya ha conseguido rescatar con vida a tres personas. Una de ellas, Nasser, el joven turco de 26 años cuyo rescate, tras dos días sepultado entre los escombros, “daban por imposible” en la región, haciendo que su familia se pusiese en lo peor. Sin embargo, con un trabajo exhaustivo y preciso, el Grupo Especial de Localización y Rescate de IAE consiguió socorrerle cuando todo parecía perdido para él.
“Es un trabajo muy difícil porque cada minuto que pasa se reducen las posibilidades, pero bueno, en este tiempo que llevamos trabajando, poder haber rescatado a tres personas es muy gratificante”, apunta Belloch, indicando que la labor es sumamente compleja ante los enormes daños y la inestabilidad que presentan las estructuras.
“Nosotros, con nuestro trabajo, lo que estamos haciendo es trabajo minucioso de detección y trabajo de rescate intentando no mover las estructuras para intentar garantizar nuestra seguridad”, explica, dando cuenta de las condiciones extremas que viven en la zona.
En Adiyaman, concretamente, “el 60% de la población está afectada”, explica, indicando que peinan cada zona con la esperanza de hallar signos de vida tras más de 72 horas desde la catástrofe.
“Vamos contra reloj registrando edificio tras edificio, con la unidad canina, la unidad tecnológica, descartando que haya posibles supervivientes. Dentro de estos repasos hemos tenido la suerte de localizar a tres personas”, cuenta, lamentando que el volumen de trabajo es inmenso para los efectivos en la zona, lo que provoca que el número de personas rescatadas se vea también afectado por ello.
La magnitud de la tragedia es enorme. Ya son más de 15.000 los fallecidos, y se teme que el balance de víctimas mortales siga aumentando. Concretamente, la ONU dice que podría triplicarse ante las miles de personas que continúan atrapadas.
“Son muchas aún las personas desaparecidas y según pasan las horas irá aumentando notablemente el número de fallecidos porque el tiempo va en contra de ellos, cualquier lesión que tengan se agravará con el tiempo y eso termina con el fallecimiento. Por lo tanto, estamos descartando continuamente la posibilidad que haya vida bajo los escombros”, explica Belloch.
Con el tiempo corriendo en contra, detalla que el tiempo que puede resistir una víctima atrapada en los escombros “puede ser mayor dependiendo de las condiciones de la víctima, el espacio que dispone para sobrevivir”. “Nosotros, en principio, en otros terremoto hemos conseguido sacar a gente siete días después del terremoto, pero estaba ilesa, en un espacio en el que se podía mover. Es muy difícil, como han colapsado aquí los edificios. Deja muy poco espacio de supervivencia. Ya es una suerte que se muevan en esos pequeños espacios, y lo normal es que tengan lesiones, que se van agravando en el tiempo. Es difícil, tal como han caído aquí los edificios. Es muy difícil encontrar gente en estos pequeños espacios”, reitera.