Desde Turquía y Siria siguen llegando imágenes desoladoras de la destrucción y la tragedia provocada por el terremoto. Ya son más de 72 horas las que han transcurrido desde el desastre y el tiempo para encontrar a quienes permanecen atrapados entre los escombros se agota. Entre ellos también hay multitud de animales, como este perro al que los equipos de rescate, –que trabajan contra reloj buscando toda señal de vida–, pudieron salvar.
Aterrado, como el conjunto de la población al contemplar la magnitud de un desastre que deja ya más de 17.500 muertos y más de 62.900 heridos, el animal se encontraba sepultado bajo una montaña de escombros. Entre los cacotes y las ruinas de las estructuras derruidas por el seísmo, apenas su cabeza, con su pelaje blanco, se asomaba.
Afortunadamente, efectivos de rescate que se encontraban en la zona pudieron escucharle y, tan rápido como pudieron, comenzaron a trabajar para ayudarle. Así, excavando con sus propias manos para ir poco a poco liberándole, comenzaron a consolar al animal para no ponerle más nervioso.
Dándole de beber agua con una botella de plástico mientras sujetaban su cabeza, el perro, con el hocico dañado, parecía suplicar auxilio con su mirada.
Tras un tedioso trabajo, finalmente consiguieron liberarle de los escombros y el amasijo de hierros que le rodeaba. Tras ello, abrazándole y arropándole, fue trasladado para obtener cuidados.
Entre tanto, la búsqueda de desaparecidos continúa con el tiempo corriendo en contra. Sobre el lugar trabajan también numerosos efectivos llegados desde múltiples rincones del mundo, quienes han acudido para brindar ayuda internacional. Entre ellos, un amplio contingente español.
“Es un trabajo muy difícil porque cada minuto que pasa se reducen las posibilidades”, explicaba el presidente de la ONG ‘Intervención, Ayuda y Emergencias’ (IAE), Moisés Belloch, en una entrevista para Informativos Telecinco en la que ha dado cuenta de las condiciones extremas en las que están realizando su labor.
Destinado en Adiyaman, su equipo ya ha conseguido rescatar a varias personas con vida, pero el 60% de la población está afectada y el volumen de trabajo es inmenso.
“Vamos contra reloj registrando edificio tras edificio, con la unidad canina, la unidad tecnológica, descartando que haya posibles supervivientes”, ha explicado, lamentando que “son muchas aún las personas desaparecidas y según pasan las horas irá aumentando notablemente el número de fallecidos porque el tiempo va en contra de ellos”.
En el “gran desastre”, tal como ha expresado el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que ha visitado la zona afectada por los seísmos, más de 6.400 edificios quedaron destruidos, derrumbados ante la fuerza del terremoto.
Tras declarar tres meses de estado de emergencia, ha subrayado que “el Estado está trabajando junto a las autoridades con todos sus medios”, asegurando que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán “hasta que no quede nadie bajo los escombros”
De acuerdo a la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, "después del primer terremoto se ha registrado otro millar de seísmos, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan".
En las zonas afectadas, en estos momentos, se encuentran desplegados más de 98.100 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios. Entre ellos, los efectivos españoles que se han desplazado hasta el lugar.