Mensajes de socorro enviados desde los escombros del terremoto: los rescatistas en Turquía trabajan al límite

Cada minuto que pasa se reducen las posibilidades” de encontrar con vida a los que todavía permanecen atrapados entre los escombros del terrible terremoto que ha sacudido a Turquía y Siria. Lo explicaba en Informativos Telecinco uno de los efectivos españoles desplazados a la zona, Moisés Belloch, portavoz de la ONG ‘Intervención, Ayuda y Emergencia’, incidiendo en las condiciones extremas en las que trabajan todos los equipos de rescate, registrando contra reloj “edificio por edificio” en busca de cualquier signo de vida. Ya son más de 15.000 los muertos, y son miles también los que siguen desaparecidos.

Tras más de 72 horas de búsqueda entre montañas de escombros, entre cascotes y amasijos de hierros, la angustia y el dolor continúan incrementándose en las zonas afectadas, donde los familiares de los desaparecidos ruegan desesperados por que suceda un milagro.

En un escenario desolador, incluso desde debajo de las ruinas y los restos de hormigón llegan mensajes desde los teléfonos que claman por auxilio. Algunos de ellos directamente emitidos por los supervivientes aún sin localizar, aunque los rescatadores se afanan en su deber de comprobarlo, sabedores de que a veces, también, son los propios familiares los que escriben ese mensaje para que no cese la búsqueda, en un acto desesperado por encontrar a sus desaparecidos.

La situación es límite porque el tiempo se agota y el volumen de trabajo es tan inmenso y tan complejo que los rescatistas ni siquiera pueden llegar a todo cuanto querrían. A veces, de hecho, es tal la peligrosidad del lugar donde deben acometer el rescate que no pueden llevarlo a cabo sin comprometer la seguridad, teniendo que desistir en una decisión demoledora para todos.

Por todo ello, cada persona salvada con vida se celebra como una conquista y una victoria frente a la muerte y la tragedia.

Más de 15.000 muertos y la ONU cree que se puede triplicar esa cifra

El terremoto en Turquía y Siria deja ya más de 15.500 muertos, 13.000 de ellos en territorio turco. Además, en total hay más de 62.900 heridos.

En el “gran desastre”, tal como ha expresado el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que ha visitado la zona afectada por los seísmos, más de 6.400 edificios han quedado destruidos, derrumbados ante la fuerza del terremoto.

“Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios”, ha dicho, subrayando que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán "hasta que no quede nadie bajo los escombros".

La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha señalado que "después del primer terremoto se ha registrado otro millar de seísmos, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan", antes de confirmar que en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 98.100 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios.

Entre ellos, también se encuentran efectivos españoles de la  Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM), entre otros.