Los equipos de rescate trabajan contra reloj para intentar encontrar supervivientes entre la montaña de escombros provocada por el terremoto en Turquía y Siria. Con las cifras de víctimas mortales elevándose más allá de 11.000, el tiempo corre en contra y cada instante es crucial para las posibilidades de supervivencia de quienes aún permanecen desaparecidos. La historia de Nasser, un joven turco de 26 años rescatado por efectivos españoles, es otro símbolo de la esperanza en medio de la tragedia, así como de la importancia de la ayuda internacional.
Han sido dos días los que el veinteañero ha permanecido sepultado entre los escombros en la localidad de Adiyaman, al sureste de Turquía. Aquí, durante la madrugada y tras un complejo trabajo, el Grupo Especial de Localización y Rescate de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE), de Algemesí (Valencia), ha logrado socorrerle cuando todo parecía perdido para él.
"Lo daban por imposible, ya que tenía el pie atrapado", ha señalado el portavoz de la ONG, Moisés Belloch, precisando que cuando los rescatadores llegaron al puesto de mando establecido en Adiyaman fueron informados de que se tenía localizado a un joven de 26 años desde el primer día, pero que era "muy complicado" sacarlo.
En esas circunstancias, la familia temía ya que no hubiese sobrevivido, pero los voluntarios valencianos, tras solicitarse su ayuda, obraron lo que muchos creían ya un milagro.
Tras varias horas de trabajo los efectivos lograron sacarlo con vida, con la única lesión del pie roto.
Su rescate se suma paralelamente al de otros que ya han efectuado rescatistas españoles que acaban de llegar al terreno para ayudar frente a la catástrofe. Entre ellos se encuentra una sexagenaria a la que han encontrado con vida bomberos de Zaragoza, así como un hombre al que los bomberos de la Comunidad de Madrid han logrado rescatar “tras 13 horas de trabajo sin descanso”.
En el lugar, equipos de rescate de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM), con equipos de la unidad canina, se han sumado a la búsqueda y el rescate de supervivientes, que se desarrolla en durísimas condiciones, con las infraestructuras completamente dañadas y bajo temperaturas gélidas.
"Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios", ha dicho Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, quien ha declarado tres meses de estado de emergencia.
Según las últimas cifras, los muertos por el terremoto se elevan ya más allá de los 11.000, mientras los heridos superan los 49.000, aunque se espera que el balance de víctimas siga aumentando.
En total, más de 6.400 han quedado destruidos, derrumbándose ante la intensidad del seísmo.
Según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), "después del primer terremoto se han registrado otros 648, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan".