Los equipos de emergencia de Turquía han logrado rescatar esta madrugada a una madre y a su hija de dos años cerca de 44 horas después de haber sido sepultadas bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Kahramanmaras tras los terremotos del lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria. Según la OMS, las víctimas mortales del seísmo podrían llegar a 20.000.
Según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, los trabajadores de búsqueda y rescate escucharon gritos de auxilio en los restos de uno de los edificios destruidos en una calle del distrito de Mustafá Kemal.
Después de retirar meticulosamente los escombros, los rescatistas llegaron hasta Imed Sabha, una madre siria de 33 años, y a su hija Vafe Sabha, de dos años. Tras su rescate, ambas fueron llevadas a la ambulancia en camilla, para luego ser trasladadas a un hospital cercano.
Horas antes, bomberos provenientes de ciudad turca de Kayseri --ubicada 400 kilómetros al norte de la frontera con Siria-- y que se han trasladado hasta Kahramanmaras para ayudar en las labores de rescate, lograron sacar de los escombros a Emin, un niño de seis años que se encontraba bajo los restos de un edificio destruido en el distrito Onikisubat de la localidad.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado que cerca de 60.200 miembros de los equipos de búsqueda y rescate --entre los que se encuentran equipos internacionales y ONG-- trabajan en las zonas afectadas. Hasta la región se han enviado grandes cantidades de equipamiento de rescate, comidas, bienes de primera necesidad y grupos de ayuda psicosocial.
Ya se ha rescatado con vida a 8000 personas y hasta 60.00o rescatistas trabajan contra reloj. El aplastamiento, la hipotermia, la deshidratación comienzan a ser demasiado para los frágiles cuerpos de las personas atrapadas y no todos lo consiguen.
El terremoto ha causado cerca de 6.000 muertos en Turquía, 1.250 en las zonas de Siria controladas por el Gobierno de Bashar al Assad y otros 1.020 en zonas de las provincias de Idlib y Alepo (noroeste) que se encuentran en manos de rebeldes, según diversos balances publicados durante las últimas horas.