Europa está atravesando una anomalía climatológica producida por el cambio climático, por lo que es el momento de luchar contra él, como ha señalado el presentador de Informativos Telecinco, Pedro Piqueras. Muchos países están disfrutando en pleno mes de enero de temperaturas que alcanzan en los meses de verano.
Esta Navidad, España está disfrutando de unas temperaturas que solo se habían recogido con normalidad en las islas Canarias, llegando a alcanzar en prácticamente toda la península temperaturas cercanas a los veinte grados. Muy similares a las que también se han alcanzado en países como Gran Bretaña, Francia, Alemania o Polonia. El cambio climático está pasando factura, y con ello la preocupación aumenta. Las cordilleras europeas, que tendrían que estar a pleno rendimiento en la temporada de esquí, este año carecen de nieve y cada año van a peor.
En España, las estaciones de esquí, están bajo mínimos debido a las escasa nevadas que han ocurrido en el país en los últimos meses. A estas alturas del invierno, la nieve solo ha llegado, y escasamente, a la cumbres más altas, afectando gravemente a las pistas de esquí. De las 34 estaciones que hay en España, 19 están cerradas. Al igual que ocurre en el resto de Europa.
Esta falta de nieve en las pistas también está provocando que, las que por ahora están abiertas, estén en malas condiciones. Ocasionado un número inusual de accidentes. En Austria ya han fallecido 13 personas debido a estos problemas. Once de estos fallecidos se han ocurrido en la región de Tirol. Además, se han producido más de 500 heridos.
La mayoría, al igual que del número de muertes se han producido después de una salida de los esquiadores de las pistas, cuya extensión se ha visto notablemente reducida. Para solucionar esta falta de nieve, muchas estaciones están recurriendo a la producción de nieve artificial para salvar la temporada. Pero este método es caro y consume mucha energía.
Las malas acciones llevadas a cabo por el ser humano en las últimas décadas ha hecho que el calentamiento global no sea reversible y sus consecuencias devastadoras. El mundo ya está siendo testigo de fuertes tormentas que arrasan con casas a su paso, intensas nevadas como Filomena y largas rachas de sequía. Todo ello acompañado de un fuerte incremento de las temperaturas que destruye la biodiversidad.
En España, de media, la temperatura ha subido 1,31 ºC desde 1900 hasta 2018 según un estudio del Observatorio de Sostenibilidad. Algunas de las ciudades peor paradas se encuentran en Andalucía, localidades como Córdoba o Linares han sufrido un aumento de la temperatura de casi 2 grados centígrados, al igual que Cuenca. De este modo, la población española vive ahora, en las dos primeras décadas del siglo XXI con una temperatura media de 15,61ºC, un valor 1,31ºC más alto que la media de 14,29ºC de las dos primeras décadas del siglo XX.