Hoy se celebra el Día Mundial contra el cambio climático, una fecha para recordar la importancia de cuidar nuestro planeta, cada vez más castigado. Para muestra… los huracanes, lluvias torrenciales o la sequía y el hambre.
Sin ir muy lejos, en la memoria de todos el caluroso pasado verano o la sequía, que no deja de traer restricciones. Si nada cambia, la temperatura media global del planeta va a aumentar un grado y medio a partir de 2030. Además, las olas de calor serán cada vez más frecuentes.
Todas estas consecuencias ya se viven de primera mano en la agricultura y en la ganadería. Y aún peor: se ha duplicado la cantidad de gente que pasa hambre extrema en los países más afectados por el cambio climático, la mayoría de ellos en África
El 24 de octubre debe ser un día para concienciar contra el Cambio Climático.
Muchos siguen reivindicando más acciones para tratar de paliar el cambio climático con actos vandálicos, como el de este fin de semana contra un cuadro de Monet, al que han tirado puré de patata.
Por suerte esta vez la obra estaba protegida con un cristal. No lo estaban Los Girasoles de Vincent Van Gogh que hace unos días acabaron con salsa de tomate. La Gioconda tampoco se libró del postre, un tartazo, que hizo contener el aliento el Louvre entero.
No hay que olvidar a los 11 activistas que se pegaron las manos a coches de lujo en el salón del automóvil de París o cuando hace unos días rociaron el escaparate de los almacenes Harrods.
Todos estos activistas dicen que es su manera de protestar contra el cambio climático y el sufrimiento del planeta. Aunque para muchos estas acciones hacen un flaco favor al planeta.