En el asalto a la larga lista de los ladrones más torpes se cuela un nuevo delincuente desde Reino Unido. Decidido a robar todo el dinero de la caja de un establecimiento en el que irrumpió, lo que parecía a priori un golpe exitoso del que iba a salir con un buen botín terminó con un desenlace completamente opuesto al que había pensado, algo similar a lo que le sucedió en Bellevue, Washington, EEUU, a otro delincuente que tras asaltar una tienda de Louis Vuitton acabó estampándose contra un cristal en su burdo intento de fuga.
En este caso, como se aprecia en las imágenes, el ladrón parecía tenerlo todo controlado: estaba ya dentro del establecimiento, echando mano a la caja fuerte y con las empleadas del lugar aparentemente sometidas sin oponer resistencia.
Tal era la relajación del delincuente en esta situación que, de hecho, decidió tomarse su tiempo revisando todo lo que había alrededor de la caja antes de cogerla, sacarla de su lugar y estamparla contra el suelo para abrirla y coger el dinero.
De lo que no pareció percatarse en el proceso es que hasta dos mujeres salieron del establecimiento por la misma puerta antes de que él se pusiese a recoger uno a uno los fajos de billetes del suelo.
En la escena, un tanto surrealista, había además un hombre sentado en un sofá justo delante del ladrón, quien se limitaba a mirar como si estuviese viendo una mala película cuyo desenlace parecía evidente.
Al final, tras recoger los billetes, el delincuente ya parece tener prisa por fin para macharse con el botín, pero no pasó ni del marco de la puerta. Justo antes de intentar emprender su huida llegaban varios agentes de policía a los que presumiblemente alertaron las trabajadoras que se habían marchado instantes antes.