Cuatro mujeres y 108 antecedentes penales. Es el balance delictivo de un grupo perfectamente organizado que se dedicaba a ir robando por farmacias y estancos por España antes de que las autoridades, a través de agentes de la Unidad de Delitos Especializada y Violenta (UDEV) de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja procediesen a su arresto. Muy lejos de la torpeza del vídeo viral de un ladrón que acabó estampándose contra un cristal cuando intentaba huir de una tienda de Louis Vuitton, estas cuatro mujeres, de entre 19 y 43 años, tenían un modus operandi claro y muy trabajado.
Todas ellas forman parte de un grupo itinerante que se dedicaba a viajar por diferentes zonas del norte de España, donde llevaban a cabo sus sustracciones. Para ello, no dudaban en emplear la violencia y la intimidación si era necesario para conseguir sus objetivos.
Las cuatro mujeres operaban de forma coordinada y hacían del descuido y la distracción su modus operandi, tal como puede apreciarse en el vídeo, perteneciente a la cámara de seguridad de una de las farmacias en las que actuaron.
Priorizaban este tipo de establecimientos, como los estancos, porque sabían que solían disponer de grandes cantidades de dinero en metálico y, además, habitualmente están regentados por una sola persona, no teniendo demasiada dificultad para perpetrar sus delitos. Tenían todo bien estudiado y se distribuían cada una su función; cada una tenía una misión para que el robo saliese bien.
Fundamentalmente, dos de ellas eran las que entraban al establecimiento con el objetivo de asegurarse de que iban a operar en el instante en que solo una persona se encontraba a cargo del lugar; aquella a la que debían distraer. Además, se cercioraban de que estaban actuando en momentos de baja afluencia de clientes y, de hecho, si alguno pretendía entrar mientras iban a perpetrar el robo ya había un plan para ello. Concretamente, una tercera mujer esperaba siempre fuera y era la encargada de evitar que nadie más entrase a la farmacia o estanco, inventándose para ello cualquier tipo de excusa.
La cuarta en discordia era la persona que materializaba el robo. Mientras dos de sus compinches distraían habitualmente a la encargada o encargado del establecimiento en ese momento desde la zona más alejada de la puerta, esta otra se adentraba con total sigilo y sin que advirtiesen su presencia, para registrar todo lo que hubiese de valor y hacerse con el dinero, marchándose de la misma forma al conseguir el botín.
En el vídeo de uno de sus asaltos a una farmacia, se aprecia cómo incluso esta última llega a marcharse caminando hacia atrás. Además, en sus incursiones, las otras a veces llegaban a utilizar objetos para hacer ruido con el objetivo de aumentar la distracción y evitar que no se escuche de ningún modo la llegada de quien debe efectuar el robo.
Tras dar el golpe con éxito, estas dos últimas, las que distraen, siempre se apresuran a marcharse sin comprar ningún producto.
Además de en Logroño y Valladolid, el grupo, formado por cuatro mujeres de 19,29, 39 y 43 años, habría operado en el mes de abril en Santander y Miranda de Ebro, y en marzo en Salamanca.
Son de origen español y con último domicilio conocido en Vizcaya. . A la primera de las autoras le constan 26 antecedentes penales; a la segunda, 43 antecedentes; a la tercera, 38; y a la cuarta, uno.
Las tres primeras se encuentran cumpliendo condena en diferentes centros penitenciarios de España por hechos similares.