A punta de pistola, encañonando y reteniendo a los empleados y ataviados con mascarillas, bragas y gafas de sol para cubrir el rostro. Así es como, superando a la ficción, un grupo formado a priori por dos ladrones ha perpetrado un robo en un banco de Leganés, Madrid, en el que se hicieron con un botín estimado de unos 300.000 euros; un golpe muy distinto al que recientemente intentaba un joven estadounidense en una tienda de Louis Vuitton, el cual acabó estampándose contra un cristal del local en su intento de huida.
En este caso, los hechos, según informa la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, tuvieron lugar en la sucursal de CaixaBank situada en la calle Alcarria, donde los ladrones irrumpieron repentinamente encañonando a varios trabajadores con una pistola supuestamente simulada.
Tras ello, los delincuentes comenzaron a maniatar con bridas a cada uno de ellos. Del primero al último de los trabajadores que entró, los retuvieron y les intimidaron para desvalijar el banco, según ha avanzado el diario ‘El Mundo’.
En su objetivo, los ladrones amenazaron al propio director, al que instaron a abrir la caja fuerte para hacerse con su botín. También a un cliente que quería entrar cuando ellos se disponían a salir: le pusieron un arma en el costado, pero la situación no continuó escalando. Pese a la agresividad de los asaltantes, no hubo heridos.
Tras dar el golpe, los ladrones procedieron a acometer su huida a toda velocidad. Para ello, hicieron uso de un vehículo que tenían aparcado en las inmediaciones, en la plaza Azucena.
La policía cree que tenían todo estudiado y las primeras pesquisas así lo indican: conocían los horarios del banco y habrían planificado el asalto. Ahora, está siendo investigado por el Grupo XIII de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, que busca a los autores.