El actor estadounidense Morgan Freeman y el cantante surcoreano Jungkook, integrante de la banda de K-pop BTS, han sido dos de los protagonistas de la ceremonia de inauguración del Mundial de Qatar, que ha arrancado este domingo en el estadio Al Bayt de la localidad de Jor con un espectáculo de música, color y fuegos artificiales para dar la bienvenida a la primera Copa del Mundo del mundo árabe.
Freeman, conductor de la ceremonia, presentó las actuaciones previas al partido inaugural Qatar Ecuador. La estrella de K-pop Jungkook interpretó la canción oficial del Mundial 'Dreamers' junto al popular cantante catarí Fahad Al-Kubaisi.
El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, mostró su emoción por la llegada de una cita que el país ha estado esperando más de una década. "El día que hemos estado esperando durante tanto tiempo ha llegado por fin. Gente de diferentes religiones y creencias se reunirá aquí. Su diversidad los une", señaló.
La ceremonia, por la que se pasearon mascotas de anteriores citas mundialistas como 'Naranjito' (España'82), contó con un enorme espectáculo de fuegos artificiales antes de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, diese la bienvenida al fútbol. "Que comience el espectáculo", sentenció.
Varios artistas se han negado a participar en la ceremonia por el incumplimiento sistemático de los derechos humanos en el país asiático, sobre todo en relación con trato a las mujeres, el colectivo LGTBI+ y los trabajadores migrantes.
La británica Dua Lipa dijo la semana pasada que no participaría en el torneo y que esperaba "visitar Qatar cuando haya cumplido con todas las promesas de derechos humanos que hizo cuando ganó el derecho de albergar el Mundial".
El cantante británico Rod Stewart también rechazó "una enorme cantidad de dinero" porque no creía que fuese "correcto ir a un país con esas ideas y valores". La colombiana Shakira, que interpretó la canción oficial del Mundial de Sudáfrica 2010, también se negó a participar en la ceremonia de apertura.
La oleada de críticas vertidas sobre Qatar han hecho que el secretario general del comité organizador del Mundial 2022, Hassan Al Thawadi, tenga que pronunciarse. Según él, estos comentarios son de tinte "racista" y están basados en "prejuicios y estereotipos" sobre el mundo árabe. Por eso, Hassan Al Thawadi espera que la cita pueda "servir de plataforma para tender un puente entre Oriente y Occidente".
"Esta Copa del Mundo es probablemente la más escrita y comentada, incluso antes de que se haya lanzado un balón. Es muy lamentable que gran parte de estos comentarios se hayan desviado hacia la aceptación de la desinformación, el rechazo de los matices y la profundidad, y que a menudo se apoyen en tropos racistas basados en prejuicios y estereotipos de larga data sobre Oriente Medio y el mundo árabe", señaló en un comunicado publicado este sábado.
Sin embargo, asegura que no huyen de las "críticas constructivas". "Nos comprometemos directamente y consideramos cada palabra. Nos hemos asegurado de que este torneo sea un faro de progreso, que contribuya a las reformas laborales de nuestro país, reconocidas internacionalmente", apuntó. "Nuestra visión de este torneo era que debía servir de plataforma para tender un puente entre Oriente y Occidente, reconociendo nuestras diferencias y celebrando nuestra humanidad común a través de la pasión que, en última instancia, nos une: el fútbol", añadió.
En este sentido, recalcó que la "belleza" del Mundial es "que atrae a personas de todos los rincones de la tierra, de todas las profesiones y condiciones sociales", y deja "un legado de amistad y entendimiento que acaba con los malentendidos, los prejuicios y los estereotipos".