El régimen talibán ha ordenado a los propietarios de todos los parques de atracciones del país vetar la entrada a las mujeres, con lo que se suma a las restricciones impuestas por las autoridades afganas desde su llegada al poder en agosto de 2021.
El pasado mes de mayo, los integristas ordenaron a las mujeres cubrirse el rostro en público y recomendaron el burka para evitar "provocaciones".
El portavoz del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, la policía de la moral talibán, Mohammad Sadeq Akif Muhayir, ha confirmado esta nueva restricción, pero no ha querido comentar el motivo de la misma.
En marzo, el Ministerio mencionado ya ordenó a todos los parques de atracciones de la ciudad de Kabul que segregaran al público por género.
Además, los talibán han prohibido la educación secundaria a las niñas y las mujeres han visto considerablemente mermadas sus opciones de trabajar fuera del hogar.
La activista feminista afgana Munesa Mubarez ha acusado a los talibán de utilizar a las mujeres como herramienta para lograr rédito político. "Estas restricciones son como secuestrar a alguien y no cabe un enfoque religioso ni humanitario", ha señalado Mubarez.