Las autoridades prorrusas de Jersón, en el sur de Ucrania, han ordenado a los civiles que abandonen la zona. Rusia y Ucrania dan por hecho una inminente gran batalla tras lanzarse acusaciones mutuas. Paralelamente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acusado al Kremlin de destruir el 30 de sus instalaciones eléctricas por lo que ha insistido en la necesidad de ahorrar en el consumo de luz.
Varios responsables de la administración afín a Moscú han instado a la población local de Jersón a irse de la zona cuanto antes, en previsión de una ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania. El alcalde prorruso de Jersón, Vladimir Saldo, ha afirmado que las fuerzas rusas ya han empezado a llevar a entre 50.000 y 60.000 personas de Bersilav, Belozersk, Snigiriovsk y Alexandrovsk a territorios ocupados al otro lado del río Dniéper y a Rusia.
“En el puerto de Jersón comenzó el traslado de los residentes en la margen derecha a la margen izquierda del Dniéper”, ha afirmado Saldo. Las autoridades prorrusas han mandado SMS a la población local con la llamada a la evacuación.
Un oficial ruso, Sergei Surovikin, también ha advertido en declaraciones a la agencia TASS de estas operaciones inminentes y ha centrado entre los potenciales objetivos una planta hidroeléctrica.
El Ejército ruso erigirá fortificaciones “para rechazar cualquier ataque”, ha dicho Saldo. “Donde trabajan los militares no hay lugar para civiles” ha añadido antes de afirmar que la evacuación será “organizada, por etapas y gratuita” y ha pedido “a todos mantener la calma”.
Surovikin ha señalado que el Ejército ucraniano “ataca deliberadamente objetivos de la infraestructura y viviendas” y “dificulta el suministro de alimentos”.
El viceprimer ministro ruso, Marat Jusnulin, ha afirmado que el Gobierno ruso ofrecería vivienda gratuita a los refugiados. Además, el Gobierno ruso ha aprobado la emisión de certificados que permitirán a los refugiados adquirir viviendas en cualquier parte de Rusia.
El gobernador de Nicolaiev, Vitali Kim, aliado de Kiev, ha acusado en cambio a las tropas rusas de prepararse para bombardear ellos mismos la ciudad de Jersón. En este sentido, ha asegurado que son las fuerzas ocupantes quienes han comenzado a preparar la zona para futuros combates, informa la agencia UNIAN.
La región ucraniana de Jersón fue una de las cuatro cuya anexión firmó este mes el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a pesar de que las fuerzas rusas no controlan la totalidad del territorio.