Rusia ha vuelto a lanzar bombardeos masivos contra varias ciudades de Ucrania. Entre ellas, la capital, donde una lluvia de drones suicidas ha provocado la muerte de cuatro civiles en un edificio residencial. Paralelamente, se ha producido un nuevo intercambio de prisioneros entre ambos países.
Son 108 mujeres ucranianas las que han sido liberadas por el Kremlin a cambio de 110 ciudadanos rusos.
Mientras tanto la lluvia de bombas no cesa ni un día. Hoy algunas regiones se han quedado sin luz ni agua por los ataques de Rusia contra las infraestructuras civiles, ayer lo vivido en la capital de Ucrania fue terrorífico.
Ucrania acusa a Rusia de haber lanzado al menos una treintena de drones kamikazes contra Kiev. La gente huía despavorida en las calles de la capital mientras las autoridades pedían que permanecieran en los refugios.
Ucrania dice que ayer derribó la mayoría de los drones kamikazes lanzados por las tropas de Vladimir Putin. Los soldados ucranianos intentaban derribarlos incluso a tiros.
El Gobierno de Ucrania asegura que estos drones son iraníes y que tiene pruebas, algo que niega Irán. Por eso el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, insiste en el sistema de defensa aérea y antimisiles.
Ayer impactaron seis drones kamikazes matando a cuatro personas, entre ellos una pareja que esperaba un bebé, en Kiev y a otras cuatro en la ciudad de Sumi.