Un avión militar ruso modelo Su-34 se ha estrellado este lunes contra un edificio residencial de nueve plantas en la ciudad rusa de Yeisk, en el extremo suroeste de Rusia y a orillas del mar de Azov. Los hechos se han producido precisamente cuando Rusia ha castigado sin piedad a Kiev con ataques con drones.
"Los equipos de rescate han completado la remoción de escombros. Durante las operaciones de búsqueda y rescate, se encontraron los cuerpos de diez muertos. Por lo tanto, el número total de víctimas mortales es de 13 personas, incluidos tres niños. Además, 19 personas resultaron heridas como resultado del siniestro", ha informado un portavoz del Ministerio de Sanidad.
Por otro lado, los rescatistas han encontrado a más de 60 personas con vida. "Gracias a las acciones profesionales, competentes y rápidas de las unidades de bomberos y rescate, 68 personas fueron rescatadas durante la operación de búsqueda y rescate", ha agregado el portavoz.
Al lugar de los hechos se trasladaron una veintena de ambulancias de los hospitales de Yeisk, Scherbinovskaya y Starominskaya y seis vehículos aéreos medicalizados, según la vicegobernadora de Krasnodar, Anna Minkova.
Además, se activaron ocho equipos quirúrgicos, cuatro traumatológicos y cinco de reanimación. También se habilitaron dos quirófanos en la maternidad y uno en las unidades de ginecología y de oncología.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado de que la causa del accidente podría haber sido el fallo de uno de los motores de la aeronave al poco de despegar. Estas mismas fuentes apuntan que la tripulación ha logrado eyectarse a tiempo.