Francia sigue conmocionada por el asesinato de Lola Daviet, una adolescente parisina de 12 años que fue atacada cuando entraba en el portal de su edificio. El cadáver de la menor apareció el viernes por la noche en el interior de un baúl de plástico con signos de ahogamiento. Fue torturada, degollada y apuñalada, estaba atada de pies y manos. La principal sospechosa, Dahbia B., una mujer de 24 años en situación irregular, fue vista cuando abordaba a la pequeña.
Aunque en un primer momento se habló de posible tráfico de órganos, las autoridades barajan los problemas mentales de Dahbia B. como principal hipótesis. La acusada de este caso de "asesinato y violación con actos de tortura y barbarie" se ha presentado en la corte de París este lunes a primera hora de la mañana. Junto a ella fueron arrestadas otras tres personas: dos hombres y la hermana de la sospechosa. Todos ellos fueron puestos bajo custodia policial.
Según recoge 'Le Monde', la hermana de la presunta asesina vive cerca del lugar del crimen. La menor desapareció sobre las 15:20 horas del viernes tras salir del colegio en el 119 de la rue Manin, en el distrito 19 de París, a menos de 200 metros del Parc des Buttes-Chaumont, donde hay mucha actividad durante el día. Su cuerpo fue hallado sin vida ocho horas después, sobre las 23:00 horas, en un edificio de una calle cercana, en un baúl de plástico y debajo de una pila de ropa.
Las cámaras de seguridad grabaron el momento en el que Dahbia B. entró en el edificio -donde la niña vivía con sus padres y su hermano- unas horas antes del macabro hallazgo. "Parecía un poco perturbada", según han destacado los vecinos, que quedaron sorprendidos por su comportamiento. La joven salía y entraba del portal muchas veces. Además, según apuntan varios testimonios, ayudó a una persona a llevar una maleta que se encontraba ensangrentada. También se recogió en vídeo el momento en el que la mujer abordó a Lola.
El cadáver de la menor presentaba un corte profundo en la garganta -además de otras lesiones- y marcas de ligaduras en muñecas y tobillos, así como la inscripción de los números '1' y '0' marcados en el torso, por lo que apuntó en primera instancia a la posibilidad de tráfico de órganos. Según la autopsia, Lola muró por asfixia, lo que podría indicar que las heridas halladas en su cuerpo se realizaron después de que fuera asesinada. Hay varias líneas de investigación abiertas, aunque la principal hipótesis son los problemas mentales de la sospechosa.