Aunque las lluvias torrenciales han dado un respiro este domingo en Nueva Gales del Sur, las autoridades australianas continúan con su mensaje de prudencia a la población a consecuencia de las graves inundaciones que el temporal ha causado en los días previos.
Los servicios de emergencia han tenido que responder cerca de 350 avisos e incidencias, incluyendo un total de 21 rescates de personas aisladas en las zonas anegadas por el agua.
Un pequeño grupo de afectados en el noroeste de la ciudad de Sídney han tenido que pedir ayuda para ser evacuados de sus hogares.
Estas inundaciones han recordado a las que invadieron el país a principios de 2022. Las fuertes precipitaciones del mes de febrero provocaron las peores inundaciones en décadas.
Los aguaceros pudieron patas arriba el este de Australia, con cantidades de agua que en algunas zonas batieron un récord, afectando especialmente a la ciudad de Brisbane, la tercera más poblada del país con 2,6 millones de habitantes.
Miles de viviendas quedaron en riesgo de inundarse por las lluvias que pusieron en riesgo la vida, según han advirtieron los servicios de emergencias de Queensland, y cientos de personas fueron evacuadas de sus casas en barcas.