Archie Battersbee, el menor de 12 años que se ahorcó accidentalmente cuando hacía un reto viral de TikTok en Reino Unido, murió el pasado mes de agosto, tras desconectarle de las máquinas que le mantenían artificialmente con vida. El pasado 7 de abril, el adolescente se quedó colgado de una barandilla con una cuerda atada al cuello en su casa, en la localidad costera de Southend-on-Sea, en Essex.
Finalmente, el Tribunal de Derechos Europeo de Derechos Humanos ordenó su desconexión de las máquinas de soporte vital del Royal London Hospital. Pero el dolor para la madre de Archie, Hollie Dance, no cesa. Ahora denuncia cómo han vandalizado la tumba de su hijo, en la que han dejado notas perturbadoras e incluso una soga falsa.
Hollie Dance organizó una fiesta de cumpleaños en la tumba de su hijo el pasado viernes a la que acudieron algunos miembros de la familia. Pero, se presentaron quejas al Consejo de Southend alegando que la familia había estado de fiesta con música a todo volumen. "Alguien dejó una soga falsa hecha de plástico", dice Hollie sobre el acoso que está recibiendo. "Nos están atormentando absolutamente la vida", afirma. Así lo recoge The Sun.
"Estamos en el punto de mira e incluso he recibido amenazas de muerte", afirma Dance. "Ha habido denuncias de que estábamos tocando música, cosa que no hicimos en ningún momento, y nos han acusado de festejar, comer y beber", confiesa Hollie.
"Si llamas 'fiesta' a un café de Starbucks y a una caja de chocolates con leche que alguien me compró para mi cumpleaños, entonces somos culpables. De lo contrario, es una tontería”.
El concejal de Southend, Martin Terry, responsable de la protección pública ha declarado que "entiende que las personas soportan el dolor de diferentes maneras cuando pierdan a un ser querido, pero el cementerio es un espacio público que mucha gente utiliza para visitar a sus seres queridos, y como tal queremos asegurarnos que siga siendo respetuosa para todos”, concluye el concejal.