Las historias de los rusos que intentan huir de la llamada a la guerra

El llamamiento de reservistas ha provocado cierto pánico en Rusia y en las zonas fronterizas se ven incluso atascos de salida. Es el caso por ejemplo del paso en la frontera con la República de Georgia, cientos de vehículos colapsan la aduana intentando salir de Rusia. Escenas parecidas se viven en otros puntos fronterizos con Finlandia o Mongolia.

Muchos de los que están huyendo de Rusia están llegando también al aeropuerto de Estambul.

Valeri acaba de cruzar la frontera entre Rusia y Finlandia. ¿Dónde vas a ir ahora? le preguntan. Y contesta..."España”, que a España. Como él, muchos rusos están huyendo de su país para evitar ser enviados a la guerra de Ucrania. Las largas filas de coches se repiten en los distintos pasos fronterizos.  

Los automovilistas que hacen cola intentan entrar en Mongolia, otros esperan pacientemente para pasar a Georgia. "Nos ha costado doce horas de atasco llegar", cuenta Iván. Los aeropuertos rusos también se han llenado de hombres en edad de ser reclutados dispuestos a pagar miles de euros por un billete al extranjero.

Serbia es uno de los posibles destinos, tras volar a Belgrado, Misha reconoce que no aún sabe si regresará a Rusia. En el aeropuerto de Estambul, Alex admite que -como muchos de sus compatriotas- no está dispuesto a ir a combatir.

Ante este éxodo, los países bálticos han vetado la entrada a los viajeros rusos. Por contra, la ministra del interior alemana ha abierto la puerta a que su país acoja a aquellos que sufran represión por negarse a ir al frente.