La cola de miles de británicos que quieren despedirse de la reina Isabel II cuenta ya con varios kilómetros. Son horas de espera que muchos se toman como un acto más de respeto a la monarca y una manera de agradecerle, de algún modo, sus setenta años de servicio al país. Por delante del féretro, situado en Westminster, también ha pasado Theresa May, ex primera ministra británica.
A lo largo de la orilla sur del río Támesis se extiende la interminable fila. Una ordenada y kilométrica cola que supera los siete kilómetros y que avanza más rápido de lo previsto. Empezó ya hace más de 20 horas.
Una joven asegura que ha llegado desde México explícitamente para decir adiós a la soberana británica, fallecida hace una semana a los 96 años en el castillo escocés de Balmoral.
Christ es un ciudadano alemán que no puede contener la emoción y habla con los medios mientras tiene los ojos llenos de lágrimas. "La experiencia es muy profunda", relata una de las mujeres que guarda la fila.
Nick no sabía que se emocionaría tanto sin ser su familia. "Supongo que era parte de la familia de todos", reconoce. Himadri ha viajado desde el condado de Kent para agradecer el legado que deja la reina.
Zapato cómodo y muchas zapatilla de deporte en la espera por la ribera sur del río londinense, contemplando el 'skyline', el rascacielos Shard o el Puente de la Torre. Y llegando a Westminster, una curiosa e insólita imagen en las escaleras del jardín de la Torre Victoria. Un parque público y muchas personas haciendo zigzag en los peldaños.
Son los últimos metros para llegar al vestíbulo medieval y despedirse de la monarca, cuyo funeral de Estado se celebrará el próximo lunes, 19 de septiembre.